Descubre los apodos de los equipos de LaLiga y sus orígenes

 A principios del siglo XX se usaba una tela muy fina para cubrir los colchones, llamada cutí. La mayoría de estas tenían rayas rojas sobre un fondo blanco, por lo que los equipos rivales les llamaban “colchoneros” como intento de hacer daño, pero estos se lo tomaron bien y al poco tiempo ellos mismos se hicieron llamar así.

Llamados “rojillos” por el color rojo que siempre ha primado en su vestimenta, que tiene su origen en el color de la bandera de la Comunidad Foral de Navarra.

El pueblo de Leganés era principalmente horticultor, con un producto estrella: el pepino. Los compradores les empezaron a llamar “pepineros“, mote que pasó a la ciudad de Leganés y, finalmente, al club de fútbol.

“Babazorro” se considera uno de los apodos de clubes mas antiguos y curiosos. Proviene del euskera “baba”, que significa “haba”, y “zorro” que significa “saco”. En su totalidad se traduce como “saco de habas” o “almacén de habas”, ya que esta legumbre era muy cotizada en la comarca de Álava.

Todo empezó en el antiguo campo de la industria, cuando el FC Barcelona empezó a levantar tanta pasión que los asientos siempre estaban llenos, y la gente tenía que subirse al tejado de las gradas. Como desde fuera del estadio se les veía la “hucha” al sentarse de aquella manera, la gente los llamaba culeros, palabra que evolucionó a “culé“, el mote actual.

Llamados “azulones“, referido al color azul que viste tanto en su camiseta como en pantalón y en las medias.

La Nazarí fue la última dinastía que dominó la ciudad de Granada durante la reconquista de los Reyes Católicos. Es por esto por lo que los rojiblancos del Granada CF se hacen llamar “Nazaríes“.

Después de la guerra civil, el campo de juego usado por el equipo quedó infestado por ranas, al estar cerca del cauce del río Turia. “Ranas” en valenciano se traduce como “granotes”, motivo por el que conocemos como “granotas” a los aficionados del club.

“Pucela” es otro nombre que se le da a la ciudad, y “pucelanos” a sus habitantes o a los aficionados del club. Aunque su origen no está claro, una de las hipótesis es que en el siglo XV unos caballeros vallisoletanos fueron a Francia para luchar en la Guerra de los Cien Años, en el bando de Juana de Arco, también llamada Doncella de Orleans. Esta última palabra se decía “Pucela” en la época. Los caballeros ganaron mucha fama y volvieron siendo llamados pucelanos.

No hay ningún motivo cierto, pero el más común es solo mezclar la palabra “celta” con el final estereotipado de las palabras en gallego, dando como resultado “celtiña”.

El apodo de los periquitos, según afirman historiadores, proviene del semanario satírico barcelonista “El Xut”, que hacía bromas sobre el Espanyol llamándoles “los cuatro gatos”, debido a la poca cantidad de gente que iba al “Estadio de Sarrià”.

En esa época llegaron unos dibujos animados que se llamaban “Félix el Gato”, pero en España se tradujo como “El gato periquito”, y el ilustrador de la revista decidió representar al club rival con este msimo gato. Así se les pasó a llamar “los cuatro gatos periquitos”, que el club con buena fe los adoptó como mote, pasando a ser solo “periquitos“.

Al igual que el Osasuna, el Mallorca viste de rojo, y en mallorquín es “vermell”. Con una castellanización, acabaron siendo los “bermellones“.

El nombre que suelen recibir los aficionados al Betis, aparte de “béticos”, es “heliopolitanos“, que se refiere al nombre del barrio en el que se sitúa el estadio Benito Villamarín, Heliópolis.

Al igual que otros equipos, su mote se refiere al color de la equipación, en este caso el blanco, similar al del típico dulce, el merengue.

“Txuri-urdin” es como suena la traducción de blanquiazul al euskera, que es como viste el equipo de San Sebastián.

“Armero” no solo se refiere al equipo, sino a toda la ciudad de Éibar. A principios del siglo XX la ciudad se fundamentaba principalmente de la siderurgia. El metal se usaba para construir armas para los diversos ejércitos.

El apodo de “nervionenses” procede del nombre del barrio donde está situado el estadio, al igual que su rival el Betis. En este caso, Nervión.

El  apelativo de “che” proviene de una expresión valenciana con una traducción no muy clara, puede significar una especie de lamento como “vaya”. Al ser muy usado, pasó a ser usado para referirse al Valencia CF.

El origen se remonta a los años 60, cuando la canción “Yellow Submarine” fue lanzada, y aprovechando su indumentaria amarilla, adoptaron “El submarino amarillo” como apodo.