Hoy repasamos las más de dos décadas de Fernando Roig al mando del Villarreal CF. Una época de muchas alegrías y algún bache difícil de atravesar.
El Villarreal desde siempre había sido un equipo de pueblo que se movía por la Tercera División y algún año conseguía el ascenso a Segunda. Localizado en la provincia de Castellón en un pueblo que no pasaba de los 40000 habitantes, el equipo amarillo pertenecía desde los 50′ a Pascual Font de Mora. El empresario local llevaba más de 40 años dirigiendo el equipo de su pueblo. Con un campo de a penas 3000 asientos, con una libreta para apuntar las cuentas y asumiendo las perdidas de su bolsillo, Font de Mora hacía lo que podía con un club que no tenía ni sede.
Todo esto cambiaría en 1997, cuando el dirigente villarrealense pidió a José Manuel Llaneza, que llegó tres años atrás, que buscará un comprador. El 15 de mayo de ese año Fernando Roig Alfonso, dueño de Pamesa Cerámica, accionista de Mercadona y presidente del Pamesa Valencia (Valencia Basket), pagó 72 millones de pesetas (432.000 euros actuales) y se convirtió en el nuevo dueño y presidente del Villarreal CF.
Roig se encontró un club sin apenas infraestructura y sin medios que milagrosamente había aguantado cinco temporadas en Segunda. Pero esto no le importó al empresario valenciano, que se propuso llevar al Villarreal a la gloria.
Roig ideó un plan que implicaba asentarse en Primera División en tres años. Mientras tanto comenzaba reformas y ampliaciones en El Madridal además de construir nuevas instalaciones deportivas.
Los planes de Roig se cumplieron demasiado pronto. En su primera temporada como presidente, el Villarreal ascendió por primera vez en su historia a la máxima categoría del fútbol español. Pero aún faltaba crear un buen proyecto, por lo que no resistió y descendió. En la siguiente volvió a ascender y desde ese momento ya se mantuvo una década en la máxima categoría, alcanzando así el primer objetivo de Roig.
A partir de aquí, el equipo ‘groguet’ iba a vivir su época dorada. Desde dos títulos de Intertoto, pasando por unas semifinales de Champions League, hasta un subcampeonato de Liga. 11 años de grandes triunfos y fichajes estelares como el de Arruabarena, Forlán, Riquelme, Pepe Reina, Pirés, Capdevila, Diego López, etc.
Pero, por desgracia, no todo en la vida son alegrías. Con la salida de Pellegrini con destino Madrid, el Villarreal fue de más a menos. A pesar de quedar cuartos en la temporada anterior e iniciar el curso en Champions, el Villarreal descendió a Segunda División en la temporada 2011/12. Lesiones, mal juego, goles en los minutos finales… un conjunto de despropósitos que llevaron a los amarillos a hundirse.
Roig en ese momento no dudó en sacrificarse por su club y vendió un 2’5% de sus acciones de Mercadona (valoradas en 72 millones de euros), además de pedir a su hermano Juan Roig un fuerte préstamo que, no fue hasta hace unos meses, acabó de devolver al completo.
Después de varios cambios de entrenadores, Marcelino García Toral llegó al Villarreal. Esto sería el inicio de la segunda época dorada del Villarreal. Con el nuevo mister, el juego del submarino mejoró mucho y, finalmente, el Villarreal volvió a ascender a Primera en la siguiente temporada.
Desde ese momento hasta la actualidad, el Villarreal ha permanecido en Primera además de participar casi cada temporada en competición europea. Roig continuó su labor con grandes fichajes como Rossi, Nilmar, Bakambu, etc. y manteniendo un presupuesto anual que ronda los 100/120 millones.
Con Marcelino, las cosas en Vila-real iban rodadas. Nada más ascender, el ex entrenador de Racing y Sporting metió al Villarreal en la Europa League. Dos años seguidos el equipo ‘groguet’ participó en dicha competición, hasta que en la 2015/16 el Villarreal logró llegar a las semifinales y acabar cuarto en Liga permitiéndole jugar la fase previa de Champions League. A pesar de ser eliminados por el Liverpool, histórico club inglés, esa temporada fue una de las mejores del Villarreal.
Pero en el verano de 2016, los problemas volverían a la localidad de La Plana. Peleas y discusiones entre Marcelino y Roig y algún jugador de la plantilla como Mateo Musacchio, acabaron con la destitución del asturiano.
A partir de aquí, el Villarreal estuvo a punto de repetir la historia de 2011. Muchos entrenadores en poco tiempo, mal juego y casi otro descenso. Tras la eliminación de la fase previa de Champions, aún conseguieron jugar la Europa League hasta la temporada pasada, pero el juego de los amarillos no convencía a la afición. Esto, como digo, se confirmaría el curso pasado cuando el Villarreal se salvó del descenso por los pelos.
Ahora el Villarreal intentará recuperar la gloria que vivió hace años de la mano de su presidente Fernando Roig, que tendrá que lidiar con este desplome del submarino y con las críticas de parte de la afición que lo tacha de conformista.
La llegada de entrenadores con poca experiencia y bajo nivel, y la compra-venta de ciertos jugadores, que se podrían retener algún año más con tal de pelear por llegar lejos en Europa League o en competición doméstica, está cansando a los seguidores del Villarreal que miran al pasado y ven como si que es posible luchar por algo más que la permanencia en Primera, algo que el dueño de Pamesa parece no estar tan de acuerdo al no parar de repetir que el objetivo del club es mantenerse en Primera.
Dejando de lado esto último, hay que reconocer que la labor de Fernando Roig con el Villarreal ha sido grandiosa. En esta última década el submarino amarillo se ha convertido en un club con prestigio en Europa.
Además, teniendo en cuenta lo que se encontró, lo de Roig es todo un logro deportivo. En estos momentos, el Villarreal cuenta con unas instalaciones deportivas magníficas que han permitido crear una de las mejores canteras del fútbol español. Tampoco hay que olvidarse del Estadio de la Cerámica que en estos momentos cuenta con una capacidad de más de 20000 espectadores y una grada visitante de 3500 asientos aproximadamente, y con el que el ex presidente del Valencia Basket ha aprovechado para promocionar la industria azulejera de la provincia.
En conclusión, la llegada del visionario presidente ha permitido al Villarreal pasar de ser un equipo de pueblo a codearse con los grandes del fútbol europeo. Aunque no quiero acabar sin mencionar su fuerte carácter y su mano dura que ha provocado que la animación y el buen ambiente en el antiguo Madrigal se haya visto afectada debido a la expulsión de grupos de animación como el Frente Amarillo o el Colectivo Aldeano. A pesar de que ahora las peñas tratan de crear otra grada, las restricciones por parte del club son muy fuertes ya que Roig prefiere la tranquilidad y el silencio con tal de mantener su buena imagen y que no se vean afectados sus negocios.