¿Qué pasó en el Pizjuán? La pregunta que se realizan muchos realzales en estos momentos. Lo analizamos brevemente.
Tras dar un recital en Anoeta el pasado jueves, se presentaba la Real Sociedad en un escenario atractivo pero a su vez muy difícil. El Sevilla, que venía encadenando dos derrotas ante Real Madrid y Eibar, dolorosas además, buscaba su primera victoria en casa, y la encontró. El planteamiento de Lopetegui, las variaciones en el once y la fatiga hicieron de la de ayer una noche complicada para el conjunto txuriurdin, que volvió a San Sebastián con las manos vacías, y la decepción de no haber podido dar la continuidad deseada a su buena racha.
Pero, ¿cuál fue el verdadero detonante de esta derrota? Todo comenzó con la entrada de Zurutuza y Januzaj en el once inicial.
Cuando parecía que Portu se había adueñado de la posición de extremo derecho, apareció el belga que en el cuarto minuto robó un balón que posteriormente asistiría para que Oyarzabal lo mandara a la red. ¿El problema? La compenetración entre Adnan y Ødegaard. No es que se lleven o entiendan mal, si no que las cualidades de Portu combinadas con las del noruego explotan el juego de la Real y esto da contínuas ventajas al cuadro vasco.
Por su parte, Zurutuza se vio superado por el tridente formado por Fernando, Banega y Oliver Torres. Sufrió con y sin balón, y su fatiga parecía excesiva en muchos momentos. Posiblemente, el verdadero culpable de esto sea Imanol, ya que se equivocó en el planteamiento del partido, dejando a un jugón como Mikel Merino en el banquillo, algo que perjudicó notablemente a la Real Sociedad a la hora de hacer su juego.
Sin embargo, Lopetegui dió con la clave. Tras el gol tempranero de los donostiarras, el conjunto hispalense reaccionó de una forma maravillosa, ya que volcó su juego por las bandas, aprovechando la velocidad de Reguilón y Jesús Navas, que fueron dos auténticas pesadillas para Monreal y Zaldua. Un Sevilla cómodo sin balón supo esperar en propio campo a una Real que cuanto más avanzaba, menos ideas tenía.
Estas pueden ser unas de las razones por las que los visitantes no pudieron rascar ningún punto en tierra sevillana. Sin duda alguna, fue el partidazo de la jornada, deleitando al espectador con un contínuo ida y vuelta, en el mejor encuentro de la jornada.
