El conjunto de Garitano prometía con su buen inicio de temporada, aunque su irregular forma en los últimos partidos siembra dudas en la parroquia rojiblanca.
La temporada empezó el 16 de agosto de este mismo año con el Athletic Club dando un verdadero puñetazo sobre la mesa en LaLiga. En su primer partido en casa vencía por 1-0 al campeón del año pasado, el FC Barcelona, en un partido sobrio que no dio demasiados sustos (al menos por parte de los culés) y que fue resuelto en el 89’ con un golazo de tijera de Aritz Aduriz.
En la siguiente fecha cosechó un empate lejos de tierras vizcaínas contra el Getafe, y el siguiente fin de semana derrotó por 2-0 a la Real Sociedad en San Mamés, una de esas victorias que te dan algo más que moral. 7 puntos de 9 posibles eran desde luego uno de los mejores inicios en mucho tiempo para ellos, y se fueron al primer parón de selecciones como líderes de la categoría. De vuelta después de los partidos internacionales un empate y una victoria certificaron que el Athletic estaba en su mejor momento, invictos después de 5 partidos y con su afición entregada.
Luego llegaron Butarque y los problemas. Tras empatar en el estadio pepinero perdieron en Bilbao contra el Valencia y en Vigo contra el Celta. Derrotas muy ajustadas, pero que no dejan de ser jornadas en las que no se puntúa. Aun así, el partido perdido en el Wanda Metropolitano ante el Atlético de Madrid en la décima jornada marcó un antes y un después en el camino rojiblanco. Aplastaron al Espanyol de nuevo en casa, en un partido en el que no dieron ni la más mínima posibilidad a los periquitos asestándoles un doloroso 3-0 y desplegando su mejor juego en lo va de temporada. En la última visita del Levante UD consiguieron remontar el 0-1 con el que empezaron el encuentro y acabaron imponiéndose por 2-1.
Sin duda está siendo una temporada de subidas y bajadas para los leones, en las que ya han atravesado dos fases diferentes, encontrándose ahora en la tercera que seguro querrán mantener durante muchos partidos más ya que se encuentran en un buen estado de forma.
El conjunto bilbaíno está mostrándose muy bien colocado en el campo, por lo que defensivamente nos encontramos con un equipo sólido, aunque les falta algo más de incidencia arriba, para crear más peligro y anotar más goles. Actualmente es el equipo menos goleado del campeonato doméstico con sólo 8 goles recibidos en las 13 jornadas que se han jugado en total, habiendo marcado a su vez 13 tantos. No conseguía unas estadísticas tan positivas desde la temporada 1969/1970, estando al mando de Ronnie Allen y recibiendo 9 goles en el mismo número de partidos.
A pesar de esto, este Athletic nos recuerda al de otros cursos, aunque se nota la mejoría con respecto a la pasada campaña, cuando estuvo cerca de los puestos de descenso durante buena parte del torneo. Siguen siendo un equipo que no acaba de asentar su juego en todos los partidos, por lo que sus rivales juegan a la ruleta rusa con ellos: no saben si morirán o tendrán vía libre para hacer daño.
Su próxima cita será visitando El Sadar para enfrentarse al CA Osasuna, otro equipo que está mostrando un gran desempeño defensivo y que promedia un gol recibido por partido jugado. Seguro que en Navarra el león saldrá a cazar.