El estado de crisis del técnico perico se notó en la rueda de prensa de Machín tras el 2-4 ante el cuadro rojillo.
Tras el intenso partido vivido el pasado domingo 29 de noviembre en el cada vez más desocupado RCD Stadium, en el que el Osasuna se impuso con un contundente 2-4 a un Espanyol desaparecido en la mayor parte del encuentro, el entrenador del club catalán dio un duro discurso dirigiéndose a la plantilla perica.
La oración de Machín comenzó con unas palabras de aceptación de la derrota. Ha dicho como premisas la falta de presión, de juego y de intensidad a lo largo de la segunda parte y la inexistencia de ese saber jugar que llevaba promulgando él mismo las últimas jornadas. A parte, ha sentido la falta de acierto en los cambios que fue realizando en la segunda mitad ya que no consiguió el resultado esperado de revulsión del marcador.
“Yo no soy quien peleo hombre a hombre ni quien paro ni quien meto, pero soy al final el capitán del barco y asumo toda la responsabilidad, pero tengo que seguir adelante“. El técnico asegura que es primordial acarrear con los fallos y seguir haciendo lo que en los últimos encuentros les había salido bien. Habla de una falta de experiencia de algunos jugadores jóvenes que por las circunstancias están llevando un papel sobrecargado.
“Hay que demostrar qué tipo de futbolistas somos”. “Si vamos a esperar al mercado de invierno a que nuevos futbolistas nos saquen de esta mierda…”. “Necesitamos el mercado de invierno, pero antes debemos revertir la situación.” La dura charla del entrenador tan cuestionado últimamente tiene un trasfondo motivador y que inspira a luchar a los jugadores en los encuentros que llegan, pues menciona que sigue creyendo en poder sacar provecho de sus jugadores y transmite una plena confianza en ellos.
Preocupa a Pablo la actitud y las capacidades de su plantilla. Asegura que esta situación va a cesar y que él es el último en bajar del barco y el primero en dejarse la piel porque en el siguiente partido la predisposición, las ganas, el orden y por consecuente el resultado, sean mejores.
“Necesitamos a nuestra afición ahora”, fueron sus últimas palabras antes de finalizar la rueda de prensa que da muchas sensaciones diferentes a los receptores. Esta perorata puede interpretarse como un llamamiento a la actitud de los jugadores, como un aliento de esperanza a la afición espanyolista o un sermón a la actuación del equipo.