El FC Barcelona logró su cuarto título de la Champions League tras vencer al Manchester United con un 3-1 en el luminoso.
El FC Barcelona se plantó en el año 2010/11 con Josep Guardiola como entrenador dispuesto a ganar todo, entre lo que se incluía la Champions, la tan deseada Champions que consiguió Guardiola, quien llegó al club en el verano de 2008 tras una muy buena etapa de Frank Rijkaard que consiguió dos ligas y una Champions, registros que exigían al nuevo entrenador del Barcelona como mínimo igualar.
El Barcelona de 2011 tenía claro que había que jugar de una manera más ofensiva, teniendo la posesión en el campo rival. Para eso el míster se decantó por un once inicial con jugadores de una calidad desmesurada como lo eran Víctor Valdés; Dani Alves, Piqué, Puyol y Éric Abidal; Busquets, Xavi e Iniesta; Pedro, Villa y Messi.
Los ‘blaugranas’, el año anterior quedaron eliminados en las semifinales de la competición de los sueños contra el Inter de Mourinho en una eliminatoria muy gris. Tras aquella campaña Guardiola prometió volver a lo más alto en la competición europea. Al año siguiente (2010/11) consiguieron vencer en el primer encuentro de la liguilla al Panathinaikos con un 5-1. El partido empezó con un gol del equipo ateniense tras un pase al hueco y al quedarse solo Govou y cruzarla a Victor, adelantó a su equipo.
Entonces apareció Lionel Messi, tras un centro muy inteligente de Xavi a su ruptura para anotar el empate. Tras esto, el Barcelona se puso en ‘modo apisonadora’ y empezaron a caer los goles. Anotó Villa en un córner, también Messi completó su doblete con un gol de penal, y para acabar la goleada y la fiesta en el Camp Nou, anotaron Pedro solo ante la portería y Dani Alves de cabeza.
Entonces llega el segundo encuentro y aunque empata 1-1 ante el Rubin Kazan los ánimos no bajan y más tarde en el tercer encuentro contra el Copenhague, volvió a encontrarse con la victoria 2-0, ambos de Messi, para terminar la ida de la liguilla.
Tras estos encuentros el equipo azulgrana empieza la vuelta de la Champions League y tras un empate duro contra un Copenhage que a priori era de un inferior nivel como el resto de la clasificación. Al Barça le surgieron algunas dudas, dudas que sin duda el equipo catalán no quería tener, y para evitarlas se pusieron el mono de trabajo y consagraron su clasificación tras vencer a Panathinaikos 0-3 y a Rubin Kazan 2-0 y así pasar a los octavos de final de la competición más prestigiosa a nivel de clubes en Europa.
¿Quién sería el rival del Barcelona en octavos? Se hicieron las llaves, y al Barcelona le tocó el Arsenal de Wenger, que tenía entre otros tantos al que un día fue canterano del Barcelona Cesc Fábregas. Se presentaron el 16 de febrero de 2011 con el frío invernal en el estadio inglés “Emirates Stadium” donde los gunners ganaron con un 2-1 ajustado gracias a Van Persie y Arshavin.
En la ciudad condal cambiaron las cosas, y el Barcelona supo dar la vuelta a la tortilla y consiguió un 3-1 (2 de Messi, 1 de Xavi) con el que conseguiría avanzar a la siguiente fase, para jugar contra el Shajtar Donetsk ucraniano.
Los cuartos de Champions fueron como saltar un charco de agua para los catalanes, ya que en el Camp Nou le endosaron un 5-1 y en la vuelta en Ucrania ganaron 0-1.
Tras el tranquilo paso en cuartos llegó semifinales, contra un equipo español, el Real Madrid, equipo en el que se encontraba Mourinho, y Cristiano Ronaldo, los antagonistas del cuento culé. Ya en el segundo tiempo, mientras se disputaba un encuentro caliente y rudo, como los que eran los clásicos, añadiendo el granito de arena de que eran las semifinales, el Barcelona consiguió adelantarse en el marcador en el Santiago Bernabéu con un gol del héroe del cuento Messi en el 76, que logró tocar el centro perfecto de Afellay.
11 minutos más tarde, siguiendo las patadas y las entradas duras, “su santidad” volvió a anotar, esta vez tras una jugada maravillosa, en la que arranca en el medio campo, y después de una pared con Xavi, coge el balón y empieza a correr hacia adelante, rebasando a todos los rivales para anotar con un toque sutil con la derecha para cruzar a Iker Casillas.
En la vuelta, el equipo de Guardiola consiguió mantener la ventaja, con un empate 1-1 con goles de Pedro y Marcelo. Mientras que en el banquillo madrileño se encontraba Karanka dirigiendo el partido por la expulsión de Mou en la ida.
Y llegó la ansiada final, repitiendo rival, el Manchester United, al que le ganaría un 28 de mayo de 2011 con un 3-1 en el estadio de la selección inglesa, Wembley. El Barça no falló y tras una final igualada en la primera mitad (1-1) con goles de Pedro y Rooney, él Barça con una actuación de manual, logró que Messi marcara el segundo y Villa, el tercero. A partir de ahí resultó una final plácida, y sosegada para los catalanes, que alcanzaban la cuarta corona europea.
