El equipo inglés Leicester City consiguió la primera Premier League de su historia de la mano de Claudio Ranieri.
Leicester, 3 de mayo de 2014. El Leicester City logra el tan ansiado ascenso a la Premier League tras ganar al Doncaster 1-0. El equipo, y su entrenador Nigel Graham Pearson, consiguieron la promoción directa después de quedar en primera posición con 104 puntos.
Tras el ascenso a Primera División, en su primera temporada en la máxima categoría inglesa el objetivo era claro, mantenerse, y lo lograron, aunque con 19 partidos perdidos, 41 puntos en el casillero a seis del descenso y decimocuarto en la tabla del primer año.
Ese año sería conocido para “los foxes” como el “The Great Escape”, ya que la mayoría de los puntos logrados fueron en las últimas jornadas, a partir de la 30. Después de una racha de 11 partidos sin ganar y el Leicester último, el equipo logró revertir la situación, ganando 7 de los últimos 8 partidos restantes, y a falta de cuatro jornadas para finalizar el torneo, el club consiguió salir de los puestos de descenso.
En todo caso, esto no consiguió que el club siguiera confiando en el entrenador, y por eso, la directiva, decidió renunciar sus servicios para la próxima campaña 2015-16, y decidieron fichar al italiano Claudio Ranieri.
El nuevo míster del club inglés, quien sería un gran amigo del difunto Vichai Srivaddhanaprabha, llegó tras hacer un muy buen papel en la Ligue 1, quedando segundo con el Mónaco, y más tarde se quedase sin trabajo por su mal papel con la Selección de Grecia. El italiano llegó al club azulón un 13 de julio de 2015 para suplir a Nigel Graham a los 64 años de edad.
El mister, declaraba su amor por el 4-4-2, usándolo casi todos los fines de semana, y utilizaba un juego de contragolpe, siendo su estilo de juego principal, que seguían fielmente. Para ello, necesitaba jugadores especializados que supieran lo que había que hacer. Estos eran en los que más confiaba el entrenador a la hora de crear un 11 inicial: Schmeichel; Simpson, Fuchs, Morgan, Huth; Mahrez, Drinkwater, Albrighton, Kante; Okazaki, Jamie Vardy.
La temporada de “los foxes”, comenzó otro año más con el objetivo de mantener la categoría, aunque el destino tenía una sorpresa preparada para el club.
En las primeras jornadas, ya conseguía 12 puntos. Hasta la jornada 7 no perdió el primer partido de los tres que perdería en toda el campeonato contra el Arsenal por 5-2. Asimismo, la FA Cup y la EFL Cup la dieron por perdida, tras perder en la tercera ronda contra el Tottenham por un 4-2 en el global (FA) y en la cuarta ronda contra el Hull City en penalties (EFL).
La eliminación de esos torneos, supuso al club inglés una concentración mayor en la Premier League, y por eso, al estar más dosificados que la mayoría del resto de equipos de la Premier, consiguieron volver a encadenar una racha ganadora en la liga, y así estar 10 partidos invictos.
Ganaron a equipos como: Norwich, Crystal Palace, West Bromwich Albion, Watford, Newcastle, Swansea, Chelsea y Everton. Y empataron contra equipos como: Southampton y Manchester United. De estos partidos, lo más destacable sin duda es la victoria ante el Newcastle por 3-0, ya que después de esta, consiguieron el primer puesto en la Premier League, puesto que iba a ir alternando con el segundo lugar.
El club entonces comenzó la segunda parte de La Liga con una triste derrota contra el Liverpool por 1-0 en Anfield Road, y tras esta, dos empates seguidos contra el Bournemouth y el Manchester City, moviéndose a la segunda posición. Aún así, el sueño de ganar la liga parecía que iba a cumplirse, y el equipo por el que nadie apostaba, estaba dando la sorpresa en el campeonato, y estaba empezando a ser una realidad de que podían ganar la Premier League, mientras que se peleaban contra Tottenham y Arsenal por el primer puesto.
Con el tiempo, el equipo con Jamie Vardy como líder y goleador perdió contra el Liverpool su último y tercer partido un 2 de febrero de 2015. A partir de esa fecha, el equipo lograría una gesta histórica, ya que el club se mantuvo en primera posición desde entonces, ganando 8 partidos y empatando 4 partidos. Perdieron tres partidos de doce contra los “Big Six”.
La gente empezaba a aficionarse al club y se estaba empezando a enamorar. La gesta estaba empezando a consumarse, y un 2 de mayo de 2016 a falta de dos jornadas para finalizar la liga, el Leicester con los deberes hechos tras empatar 1-1 contra el Manchester United con gol de Morgan en un centro desde 30 metros, consiguió ganar el torneo gracias a un gol de Hazard.
Este gol que entró en la historia de la Premier League, ya que fue el que le dio el título al Leicester a falta de dos partidos. El gol de Hazard, consiguió empatar el partido contra el Tottenham. Mientras corría el minuto 82, Hazard, que arranca desde el medio campo y tras conectar con Diego Costa para enlazar una pared perfecta, desde el borde del área, la engancha, y cruzando, la mete por la escuadra para consagrar una temporada perfecta para el Leicester.
El club, que ya había dejado de lado las otras competiciones nacionales y que se había centrado en la liga, había conseguido hacer una gesta histórica, gracias a los 24 goles de Vardy, a las paradas de Kasper Schmeichel, a la labor defensiva de N’golo Kanté, y en general a la implicación de todo el equipo junto con el entrenador Ranieri para tener una mentalidad ganadora y poder clasificarse a la Champions League del año siguiente.
El estilo de juego de Claudio Ranieri VS Brendan Rodgers
La mayoría de los goles con Ranieri eran casi idénticos. Recuperación de los defensas o los mediocentros, balón al hueco y que los delanteros pelearan todo, para que con la incorporación de los mediocentros de mucha calidad, anotaran goles. Conseguían adelantar a las defensas rivales, por lo que encontraban muchos huecos para finalizar las jugadas.
Este estilo de juego, es justo el contrario del que practican hoy en día. Este año, con Brendan Rodgers, el inglés, están volviendo a tener estas sensaciones buenas, y que aunque el Liverpool de Klopp está liderando, tienen esperanzas de que por lo menos pueden lograr el subcampeonato, con un estilo totalmente contrario al del italiano, un estilo de toque, y de posesión.