Aprovechando el incipiente auge del Deportivo de La Coruña después de un final de año convulso, llega la hora de recordar al equipo que atemorizó y enamoró al mundo con nombres de lo más reconocibles en sus filas: el Superdepor.
Las últimas cuatro victorias han sacado del pozo en el que se encontraban al equipo deportivista, y ya se encuentran a solo un punto de abandonar los puestos de descenso. Sin embargo, los primeros meses de la temporada han sido de lo más duros en Riazor, hasta el punto de temerse incluso la desaparición del equipo en caso de descender. Fueron días, semanas, meses de mucha incertidumbre y temor, que parecen comenzar a ver la luz.
Sin embargo, hubo una época no hace mucho en la que las cosas eran totalmente distintas en A Coruña. Lejos de ocupar plaza de Segunda División, entre los años 1992 y 2004 los blanquiazules fueron la envidia de muchos a nivel español y europeo, con un equipo muy apto y competitivo que se alzó al olimpo con la obtención de una Liga (1999/2000) y dos Copas del Rey (1994/1995 y 2001/2002). Mauro Silva, Roy Makaay, Fran, Bebeto, Djalminha,… todos ellos formaron El Superdepor.
La leyenda de aquel equipo tuvo su inicio en la temporada 1992/1993. Después de una última campaña en la que pasaron serios apuros para mantener la categoría, el equipo gallego comenzó el nuevo curso como un cañón. Con un inicio inmejorable tras cosechar cinco de cinco victorias en las primeras jornadas, terminaron la temporada en tercera posición (a solo cuatro puntos del FC Barcelona, campeón), con su guardameta Francisco Liaño y su delantero Bebeto como Zamora y Pichichi respectivamente. Aquello solo fue una antesala de lo que estaba por venir.
Aunque apeados de la UEFA en octavos a manos del Eitracht de Frankfurt, el combinado deportivista afrontó el campeonato doméstico con las mismas ganas y ambición. Muestra de ello fue el 4-0 al Real Madrid en la tercera jornada en Riazor. El Deportivo ya era un rival a tener en cuenta.
Bien lo sabía Johan Cruyff, que por momentos vio peligrar su cuarta liga al frente del FC Barcelona, especialmente en la última jornada. A los blanquiazules solo les valía ganar, puesto que aunque empatando sumaban los mismos puntos, el ‘goalaverage’ le daba el título a los catalanes. El rival fue el Valencia, en Riazor. A pesar de la obligación, el gol no llegaba. Fue entonces cuando, en el minuto 89, el árbitro señaló pena máxima favorable a los locales. La hinchada ya se relamía. El primer título de su historia estaba al caer. Sin embargo, el encargado de chutar, Djukic, lo erró. Los ánimos de esa hinchada que hacía escasos minutos estallaba en júbilo se desplomaban, incluido el de un Lendoiro que no pudo contener las lágrimas.
No obstante, ese mismo día el veterano técnico deportivista Arsenio Iglesias lanzó una especie de profecía en la que prometió volver a verse con el equipo ché, y no se hizo mucho de esperar. Un año después, los caminos de ambos clubes volvieron a cruzarse, esta vez en el Santiago Bernabéu en toda una final de Copa. Por motivos de lluvia, el partido tuvo que ser parado en el minuto 79, con empate a uno (Manjarín para el Dépor, Mijatovic para el Valencia). El encuentro fue reanudado tres días después. Tras cuatro minutos de juego, Alfredo logró romper el empate y dar a su equipo el primer título de su historia.
Después de una pequeña vuelta a la realidad, el cambio de milenio volvió a lanzar al equipo a lo más alto. A pesar de la Copa del Rey ganada, el deportivismo aún guardaba la espinita del penalti de Djukic. La máxima distinción a nivel nacional parecía un tren que habían dejado escapar pero, por suerte para ellos, el destino les volvió a compensar. Después de la marcha de Arsenio Iglesias tras conseguir el título copero, ni Toshack ni José Manuel Corral ni Carlos Alberto consiguieron la continuidad de su predecesor. Fue entonces cuando apostaron por Javier Irureta, llegado desde el Celta de Vigo. En su primera temporada, llevó al club hasta las semifinales de Copa, y en la segunda se hizo inmortal.
El Deportivo realizó un arranque de temporada muy bueno, con un mes de noviembre sobresaliente que encumbró al club al liderato de la clasificación en la jornada 12. A partir de ahí, pasó desde dominar con la firmeza de un campeón las jornadas a pasar considerables apuros como visitante para sacar los partidos adelante. Aunque Riazor era un fortín, los encuentros a domicilio resultaban toda una odisea. Debido a esto, la hinchada, con el recuerdo del ’94 aún muy reciente, decidió volcarse con el equipo en muchas de sus salidas. Finalmente, el cuento esta vez tuvo final feliz para los coruñeses. Luego de vencer al Espanyol en la última jornada por 2-0 (Donato y Roy Makaay), el Deportivo se convirtió en el campeón de LaLiga 1999/2000.
A partir de ahí, llegaron otros cuatro años donde, aunque no revalidaron el título, consiguieron dos segundos puestos y otros dos bronces. Coincidiendo con unas de estas dos platas ligueras llegó en la temporada 2001/2002 la que sería la segunda Copa del Rey en sus vitrinas. Coincidiendo con el centenario del Real Madrid, se decidió que la final que enfrentaba a merengues y blanquiazules se llevara al Santiago Bernabéu, a modo de homenaje. Con conciertos incluidos, estaba llamada a ser la mejor de las fiestas de cumpleaños para los de Chamartín. Sin embargo, los de Irureta llegaron a la capital con la convicción de aguar la fiesta. Incluso el propio Jabo se ocupó en ruedas de prensa previas al choque a reivindicar la presencia de sus hombres en el partido.
Con el balón ya en juego, seis minutos fueron los que tardaron los coruñeses en asestar el primero de los golpes. El goleador fue Sergio González (actual entrenador del Real Valladolid), tras batir con sutileza a César. El 0-2 llegó por medio de Diego Tristán antes del descanso. Las 26 000 almas deportivistas trasladadas al Bernabéu enloquecieron, a la par que quedo mudo un estadio que tan solo pudo celebrar el finalmente inservible 1-2 de Raúl González en el minuto 58. Con incredulidad por parte de unos, y júbilo por parte de otros, aquel partido pasó a formar parte de la historia del fútbol español bajo el nombre del Centenariazo.
Además de las tres Supercopas de España obtenidas, cabe destacar su presencia hasta en cinco ocasiones en Champions League. Especialmente, cabe mencionar su participación en la edición 2003/2004. Tras alcanzar el segundo puesto en un grupo en el que fue cabeza de serie y encuadrado con el Mónaco, PSV Eindhoven y AEK Atenas, alcanzó los octavos de final. Su rival fue la Juventus, a la que eliminó tras ganar 1-0 en casa y 0-1 a domicilio.
Su rival en los cuartos fue el AC Milan. Vigente campeón y favorito al título, el equipo rossoneri hizo gala de su fama endosándole un 4-1 en la ida al conjunto gallego (Shevchenko, Pirlo y dos de Kaká para el Milan, Pandiani para el Deportivo). Sin embargo, muy lejos de rendirse, los blanquiazules mostraron a Europa de lo que era capaz Riazor, protagonizando una de las remontadas más épicas de la historia de la competición. Pandiani, Valerón, Albert Luque y Fran dieron forma al 4-0 que noqueó y sacó de la lucha por el título al equipo de Carlo Ancelotti. No corrió a misma suerte en semifinales que, tras volver satisfechos con el 0-0 en la ida, el Porto de José Mourinho (campeón a posteriori) dio fin al sueño europeo del entonces Eurodepor tras vencer por 0-1 (Derlei, p.) en Riazor.
Sin lugar a dudas, este periodo trata del mejor de la historia del equipo desde su fundación en marzo de 1906. Un equipo inigualable, con jugadores de la talla de Mauro Silva, Valerón o Djalminha hicieron soñar a la ciudad de A Coruña a niveles nunca sospechados, con la única espina de aquella final de Champions que a punto estuvo de ser realidad. No obstante, con sus seis títulos, ya son parte de la historia dorada del fútbol.
Palmarés:
- 1 Liga (1999/2000)
- 2 Copas del Rey (1994/1995, 2001/2002)
- 3 Supercopas de España (1995, 2000, 2002)
Palmarés individual:
- 3 Trofeos Zamora (Francisco Liaño, 1992/1993, 1993/1994), (Jacques Songo’o, 1996/1997)
- 3 Trofeos Pichichi (Bebeto, 29 goles, 1992/1993), (Diego Tristán, 21 goles, 2001/2002), (Roy Makaay, 2002/2003)
- 1 Bota de Oro (Roy Makaay, 29 goles, 2002/2003)
