El videoarbitraje vuelve a debate tras varias polémicas este fin de semana
Hace 2 años, cuando el VAR llegó a nuestras vidas, nos imaginábamos un mundo idílico donde los fallos arbitrales desaparecerían del fútbol. Nada más lejos de la realidad, las últimas actuaciones del videoarbitraje han reavivado el debate sobre si esto ayuda al fútbol, o por el contrario lo convierte en un deporte peor. En concreto, este fin de semana tanto Atlético de Madrid como Real Sociedad han sido las víctimas, costándoles a ambos la posibilidad de sumar puntos en sus respectivos encuentros.
De la teoría a la práctica
Para poder juzgar si el VAR ayuda o entorpece el lance del juego hay que saber su actual reglamento, y más importante, su aplicación al juego. El videoarbitraje solo entra a valorar goles, fueras de juego, posibles penaltis, tarjetas rojas, o confusión de identidad.
El problema viene a la hora de aplicar la teoría. En la jugada de la imagen anterior, Januzaj es derribado por un defensa del Leganés. El árbitro de primeras no consideró infracción alguna, pero la jugada fue revisada durante más de 3 minutos por la sala VOR (donde hasta 4 colegiados revisaron la jugada minuciosamente), concluyendo que la jugada no era penalti. ¿Motivo? Al interpretar el árbitro que la falta, de producirse, es fuera del área, el VAR no puede intervenir. Sin embargo, cualquiera que vea las imágenes puede concluir que la jugada es penalti. ¿Cómo es posible que una jugada que en nuestra casa todos hayamos visto penalti no sea señalado?
Interpretación… ¿Y no doble revisión?
Pero la gran polémica no está solo en si hubo error o no arbitral, ya que el arbitro puede confundirse. La polémica está en la no revisión del colegiado en la televisión. Con la gran ayuda que otorga al árbitro de poder enmendar su error, ¿Por qué este no va a revisar el mismo la jugada al televisor? Nadie entiende como pudiendo rectificar una jugada interpretativa, con calma y con imágenes desde varios ángulos, se decida con un error tan obvio seguir con el juego.
Una situación muy parecida se vivió en el Bernabéu con la caída dentro del área de Morata tras agarrón y zancadilla de Casemiro, terminando la jugada en absolutamente nada. Esta misma circunstancia ha perjudicado a numerosos equipos durante toda la temporada. Posiblemente, de alguna manera u otra, todos los equipos de la liga han perdido puntos en algún momento por culpa de la mala utilización del VAR.
Cosas a mejorar
Si la RFEF nota que el videoarbitraje no gane más retractores, debería implementar mejoras en la medida de lo posible. La primera de ellas es la recuperación de las imágenes en directo de la sala VOR, imágenes de las que se disponía la temporada pasada, pero que este año se han perdido por orden de LaLiga.
El comité de árbitros está de acuerdo en que ayudarían con una mejor visión, aunque sin duda habría que añadir el audio de la sala, para darle total transparencia. Por otro lado, darle más poder al arbitro a la hora de ver jugadas en la televisión. Es cierto que interrumpiría más el juego, pero se ganaría eficacia. Además, habría que realizar un consenso sobre los fueras de juego en cuanto a cuando parar la imagen. Muchas veces, el detener la instantánea un fotograma antes o después puede significar la validez del gol o no. Este tema pasa realmente desapercibido y sin duda es la causa de más errores en el VAR.
La tecnología ha cambiado el deporte, de eso no hay duda. Y el deporte tiene que adaptarse a ella. Sin embargo, la tecnología debe ser usada para ayudar en todo lo que sea posible. El VAR ha disminuido los fallos arbitrales (o por lo menos los ha hecho más visibles),pero si no se perfecciona y se descuida, una herramienta que debería ayudar se convierte en lo que es ahora mismo, un total impedimento para el fútbol justo.