La situación de Shaqiri en el Liverpool no es la esperada, ni muchísimo menos. La razón es que por unos asuntos o por otros, no ha cuajado en este equipo y está buscando salir, como ya ocurrió en noviembre.
El suizo, que llegó como relevo estrella del trío atacante de los reds en el verano de 2018 procedente del Stoke, está relegado a un ostracismo tan absoluto que ya ni aparece en las convocatorias.
Tras el fichaje de Minamino, la cosa está complicada para tener minutos, aunque el asiático tampoco goza de muchos.
El helvético juega muy poco, y su cantidad de minutos ha ido reduciéndose a lo largo de la temporada, hasta el punto de no contar para Klopp y no entrar en las convocatorias por una supuesta lesión.
El fichaje de Minamino quizá no se entendió. Teniendo a Xherdan, por petición expresa de Klopp, ¿porqué fichar a un jugador que desempeña el mismo rol?
Shaqiri no tiene un mal cartel en el fútbol internacional. Es bicampeón de Europa, jugó en Italia, Alemania, Inglaterra… Tiene un grandísimo disparo con la pierna derecha, (pese a ser su pierna mala) es ágil y fuerte…
Lo cierto es que es una lástima que se rumoree con la marcha de este pequeño genio, que fue vital para eliminar al Barcelona, dando la asistencia del gol que igualaba la eliminatoria.
En Anfield es un jugador muy querido y su marcha dolería, ya que es un jugador que siempre cumple, por muy poco que juegue, como se vio en el 5-2 ante el Everton, (marcó gol); o en el 3-1 ante el United en 2018, (marcó dos goles)