El Domingo nos augura una dura batalla en nuestro terreno, en nuestro templo. Una batalla de vida o muerte, una batalla que estoy seguro que vamos a ganar. Once Leones saltarán al terreno de juego, doce mil almas apoyando al equipo, Butarque, una caldera.
Miles de penurias vividas y miles de momentos buenos que quedan por vivir.
Se habla de fracaso de temporada. Nada de eso, todo lo que estamos viviendo es un sueño. Si se desciende no pasará nada. Todos tenemos que seguir dejándonos el aliento en cada partido.
Un equipo que hace apenas unos años estaba en Segunda División B, un equipo que estuvo al borde del descenso, ¿como va a ser un fracaso descender?. Hace unos años no nos imaginábamos estar donde estamos y crecer de una manera tan abismal.
Si se desciende no pasará nada, es ley de vida, aún así debemos estar los doce mil pepineros animando al equipo hasta el último minuto, sin que nadie se abone al minuto 85 para irse antes, aunque tomaron un poco de su propia medicina el día de la Real.
El domingo, será una final, un partido en el que debemos ganar para seguir con esperanzas, para lograr mantenernos un año más en la mejor categoría española. Nos toca remar a todos juntos, el primer gol lo tenemos que marcar nosotros con el aliento, con nuestras gargantas.
Noventa minutos metidos en el partido, noventa minutos sin callar, toda la afición dando todo por el equipo del laurel.
Salvarse es una hazaña a difícil pero si todos estamos unidos, lo vamos a conseguir.
Por los que están, por los que nos han dejado, por todo eso, lo tenemos que conseguir.
Un equipo, un sentimiento, una afición, todos juntos a cantar, todos juntos a animar, todos juntos, allá donde estés, yo te seguiré FORZA LEGANÉS