La suspensión del Eibar – Real Sociedad da aires al equipo donostiarra para afrontar los próximos duelos.
8 partidos en 25 días. Son los encuentros disputados por la Real en el último mes, al haber compaginado LaLiga con la Copa del Rey. Por ello, la suspensión del último encuentro entre Eibar y Real Sociedad debido al incendio de Zaldibar, a las afueras de Eibar, ha venido en el mejor momento. Los resultados en estos 8 partidos no han podido ser mejores, acumulando nada menos que 6 victorias y tan solo 2 derrotas y habiendo a ganado a rivales como el Real Madrid o el Athletic. Hace un mes, tras el 3-0 encajado en el Villamarín, nadie hubiese imaginado que la Real estaría donde está ahora, en las semifinales de Copa y a las puertas de la Champions.
Llorente e Illarra, aún recuperándose
Los 10 días de descanso servirán a la Real para poner a punto su plantilla. Se esperaba que sus 2 lesionados más notorios estuviesen recuperados para el partido del Valencia, sin embargo, Llorente recayó en el día de ayer en su lesión muscular y seguirá apartado de los terrenos de juego indefinidamente. Illarramendi por su parte ultima su recuperación, esperando que vuelva a jugar en las próximas semanas. Desde luego la Real está corriendo más suerte que su rival copero, el Mirandés, que ve como está teniendo una plaga de lesiones con todas sus estrellas, alguna hasta viendo peligrar la «final» de Anduva.
Semanas decisivas
Los próximos encuentros se antojan determinantes para los de Imanol. Primero, reciben al Valencia en el Reale Arena (sábado 18:30), partido de alturas al estar ambos equipos en puestos europeos y diferenciados por un punto. Posteriormente, el Valladolid será quien venga a Anoeta el viernes 28, y ya en la primera semana de marzo la Real jugará en tan solo 6 días la vuelta de semifinales de copa (4 de marzo), visitará el Camp Nou (8 de marzo) y disputará el aplazado derbi guipuzcoano ante el Eibar (10 de marzo salvo nuevo aplazamiento). Sin duda el próximo mes marcará el devenir del equipo txuriurdin, que está a un paso entre la gloria o el fracaso.