Sin duda una de las revelaciones de esta temporada ha sido el extremo español Adama Traoré. Ha irrumpido jugando para los Wolves, en la Premier League.
Al comienzo de temporada, a causa del desgaste acumulado en varios de los pilares del equipo, los suplentes, entre ellos Adama, comenzaron a tener más oportunidades. En concreto, el español pasó a ser titular con la lesión del carrilero diestro Matt Doherty. El irlandés se rompió en el partido con el Manchester United y, desde aquel día, el extremo español que parecía un fantasma en cada partido, se convirtió en una pieza clave.
A Adama le salía todo, apoyaba en fase defensiva y, en ataque, era alguien clave. Daba pases de gol, anotaba y, en general apoyaba las internadas de los centrocampistas, con su poderío físico y gran velocidad.
La temporada anterior, eso sí, víctima de la presión, nervios y falta de adaptación al sistema, el arriesgado fichaje de Adama resultó una decepción, por lo que, durante todo el verano, se propuso dar salida al español.
Aún así, debido a un cambio en el pensamiento del jugador, por fin ha conectado consigo mismo y, ha sido el mejor “fichaje” del club esta temporada. El español ha demostrado una capacidad ejemplar de liderar el equipo cuando ha sido necesario, y su influencia ha sido clave en la buena forma del club.
En Premier League, Adama ha jugado 26 partidos, anotando cuatro goles y, dando siete asistencias. En FA Cup ha jugado dos partidos y, en Europa, ha jugado doce partidos, anotando dos goles y dando tres asistencias.
Adama está firmando su mejor temporada, por ello, ha llegado a sonar para grandes clubes como el Manchester United o, el Manchester City. Aunque su valor es de 28 millones, los Wolves solicitan 65 millones por él, con la clara intención de que los grandes clubes pierdan el interés y, Adama juegue mucho más tiempo en Molineux.