El malagueño es un fijo para Zizou en las grandes citas, gracias a que siempre demuestra su mejor nivel.
La temporada pasada fue un año difícil para Isco, ya que después de ser imprescindible para Lopetegui, Solari, que relevó a este último, no contó con él. La falta de minutos provocó que el mediapunta cayese de las convocatorias con la selección española, donde era la pieza clave del proyecto.
Con la llegada de Zidane en verano, la relevancia del jugador malagueño dentro del equipo, cambió totalmente. Pese a que sus primeros partidos no fueron del todo brillantes, poco a poco ha recuperado su mejor nivel, sobretodo en las grandes citas.
Es cierto que en los partidos menos importantes, Isco no consigue demostrar el gran talento que este posee. La causa puede ser la posición que ocupa. Cuando mejor juega es cuando se posiciona de mediapunta por detrás de los delanteros, que es donde se ubica en los partidos más importantes, ya que Zidane suele usar una 4-4-2 en rombo. En cambio, su nivel baja cuando juega pegado a la banda izquierda, pues no se puede mover libremente por todo el campo, que es lo que más le gusta.
Ahora es imprescindible
Esto se ha visto reflejado en los últimos encuentros. Frente al Manchester City, cuando el Real Madrid fue derrotado por 1-2, pero a pesar de ello, el malagueño realizó un auténtico partidazo. Y contra el FC Barcelona, cuando los merengues consiguieron hacerse con una victoria, en el que el español, también tuvo una gran actuación.
Uno de los principales cambios de Isco en su carrera deportiva, ha sido la adaptación al juego del conjunto blanco. Cuando comenzó su andadura en la capital, Francisco Alarcón, tenía unas características propias de un jugador que le gustaba el fútbol de toque, que se vio demostrado en la selección. Tras muchas críticas por su lentitud de juego, actualmente Isco se ha convertido en un gran lanzador de contras, a pesar de que no destaca por su velocidad.
Este cambio, le ha permitido que su entrenador le tenga en consideración cuando un título está en juego, un ejemplo son las últimas finales de Champions jugadas por el Real Madrid, en las que fue titular por delante de grandes jugadores como Gareth Bale.
