Después de unos meses de noviembre, diciembre y enero espectaculares, en los que tomaron ventaja por la liga, el Real Madrid ha bajado su nivel notoriamente, lo que hace que se dude de si ganará este año el campeonato.
¿A quién quiere engañar el Real Madrid? Después de la derrota en Son Moix parecía que el Madrid se reinventó, que Zidane había dado con la tecla, y que el pésimo estado del Barcelona los haría campeones tres años más tarde. Pero nada más lejos de la realidad, los fantasmas de la temporada pasada han vuelto.
A alturas de enero se ganó en Arabia Saudí la nueva Supercopa de España. Un torneo en el que como el propio Ernesto Valverde dijo el club blanco estaba de “invitado”. Aún no habiéndose clasificado por méritos propios los de Zidane se llevaron el torneo. Pero ya no queda casi nada de ese equipo sólido. Sólamente Courtois, Mendy o Varane están al mismo o superior nivel.
Zidane tenía a su equipo armado. Con un gigante en la portería, una de las mejores defensas de Europa, un mediocampo con tres hombres indiscutibles y una delantera poco goleadora, aunque con calidad. Pero el francés quiso hacer experimentos, y acabó quemando el laboratorio.
Ha dado entrada al once a gente como Marcelo, Modric o Lucas Vázquez, los cuales han demostrado no estar al nivel. El brasileño demuestra descompensar claramente al equipo, a pesar de jugar un buen papel ante el FC Barcelona, el Villamarín lo condenó. El croata tampoco ha dejado buenas sensaciones, se le ve desentonado y muy lento en el campo, no recuerda al Balón de Oro. Y por su parte, el gallego tampoco le ha dado la razón a su entrenador.
El problema es que no se ve a Zidane con ganas de ganar esta liga. Los partidos ante Celta de Vigo en casa, o Levante y Betis fuera lo demuestran. En Copa ya están fuera de juego, eliminados hace dos rondas por la finalista Real Sociedad. En Champions están cerca de estarlo también, con una difícil gesta por delante en el Etihad Stadium. Y aún así, no prioriza un título que su afición realmente desea.
Pero lejos de ser una decepción, se veía venir. Se veía venir que la planificación deportiva no iba a tener éxito, desde la temporada pasada ya marcó el camino del club de Chamartín a saber hasta cuando. Mucho tienen que cambiar las cosas si el Real Madrid realmente quiere ganar LaLiga. Por el momento, por mucho que el Barça no esté en su mejor momento, este Madrid no está para ganar nada.