Nuevo desastre ayer en La Cerámica. El Villarreal perdió contra el Leganés, lo que vuelve a dejar a Calleja en la cuerda floja.
La preocupación se extiende entre los aficionados ‘groguets’ a causa de los continuos altibajos del ‘Submarino amarillo’. Nuevo ridículo en casa para alejar al equipo del objetivo europeo.
Pero esto no es nuevo. Todo comenzó en noviembre. Tras un buen inicio de liga, el Villarreal entró en una mala dinámica a partir de la jornada 11. Pero la situación cambió por completo cuando consiguieron sumar una racha de victorias, lo que les permitió además ponerse a tiro de Europa. Cuando todo parecía indicar que el Submarino iba en dirección Champions, aprovechando también los pinchazos de los de arriba, el equipo se ha vuelto a derrumbar encadenando otra serie de partidos perdidos. Desde la eliminación copera en Anduba, el Villarreal vuelve a ir en caida libre.
La irregularidad ya es la marca personal del equipo. Las cifras lo dicen todo. El Villarreal solo ha sacado 6 puntos de los 21 posibles frente a los cinco peores equipos de LaLiga, en cuanto a la clasificación se refiere.
De estos partidos, tres los ha perdido en casa (Celta, Espanyol y Leganés), lo que provoca que la ‘herida’ sea más grande. Y lo más preocupante es el juego desplegado. Ya lo venimos comentando en jornadas atrás, pero la impresión que da es que en el Villarreal no hay nadie al volante.
Pasada la jornada 27 del campeonato liguero, el Villarreal no tiene un estilo de juego definido. Aún así, y gracias a la calidad de la plantilla, el equipo ‘groguet’ mantiene su fuerza ofensiva. En el día de ayer el Villarreal sumó 15 tiros, de los cuales 5 fueron a puerta. Pero solo consiguieron anotar un gol debido a la poca precisión de la delantera.
Pero al igual que mantiene su poder ofensivo, también mantiene sus carencias en defensa. Dos goles encajados y siete tiros a puerta por parte del Leganés. Un verdadero desproposito si tenemos en cuenta que el conjunto ‘pepinero’ es el equipo menos goleador y que ha perdido a su referencia en ataque, Braithwaite. Además, el Leganés se presentaba a La Cerámica tras 10 meses sin ganar a domicilio.
La causa principal de la derrota de ayer, y por la que Javier Calleja está siendo más cuestionado, es la falta de actitud de los jugadores. Tras el gol en el minuto 5′, el Villarreal comenzó a bajar el ritmo, algo que no es para nada nuevo. La temporada pasada ya se pagó con creces la desconexión en determinados partidos.
Mientras tanto, Calleja parece que lleva una venda puesta que no le deja ver lo que ocurre. Y esto lo digo porque no hay ningún cambio. Los problemas son los mismos y no hay reacción. Por ejemplo, desde hace varias jornadas el once es el mismo pase lo que pase.
Uno de los jugadores clave desde el principio era Zambo Anguissa, el cual lleva más de cinco jornadas desaparecido y sin aparente motivo. Iborra le ha quitado el puesto, aunque no es que esté en su mejor momento. Su ausencia no se explica, pero lo que si que está claro es que si no juega, el camerunés no se quedará en Vila-real.
Finalmente, la afición volvió a expresar ayer su descontento con esta situación. Primero el sector de animación abrió el encuentro sacando pancartas negras a la vez que cantaban “Corrupción en la Federación” en protesta por la polémica actuación arbitral del pasado fin de semana en San Mamés. El resto del estadio aplaudió este acto. Y ya antes del pitido final, se volvieron a escuchar cánticos por su parte. Esta vez fue el clásico “Calleja vete ya”, a los cuales acabaría uniéndose parte de la afición.
En estos momentos, el puesto de Javier Calleja peligra y su continuidad cada vez es menos probable. Por falta de entrenadores libres desde luego no será. Marcelino, Unai Emery, Pellegrini son algunos de los nombres que podría barajar el Villarreal en caso de que finalmente Calleja deje el banquillo ‘groguet’.