Tras ganar 1-4 en el José Zorrilla, uno se plantea el por qué de la constante suplencia de Unai López, un jugador diferente en el Athletic.
Siempre es bonito ver como nuevos cachorros, tras emigrar y madurar en otros equipos, vuelven como leones a Bilbao. Aún mejor es verles crecer en casa, pero lo verdaderamente importante es que evolucionen y se consoliden como jugadores del primer equipo. Tal fue el caso de Unai López, que tras un primer paso ilusionante pero fugaz por la máxima categoría, fue relegado a segunda división en busca de un lugar donde progresar.
Unai hizo su debut con el Athletic en 2014 frente al Nápoles, y tras un año con cierta presencia en el primer equipo, volvió al recién ascendido a segunda Bilbao Athletic. Tras un año siendo uno de los baluartes de Ziganda, tendría una segunda oportunidad en primera, esta vez con el Leganés. Otro inicio ilusionante que se diluyó con el paso del tiempo. El centrocampista guipuzcoano volvía a la categoría de plata, esta vez de la mano del Rayo Vallecano. Aquella temporada Unai jugó un papel crucial, llevando a los bucaneros en volandas hasta el ascenso. Tal gesta obtendría su recompensa, por lo que volvería al Athletic bajo el mando de Berizzo.
Redención
Pero ni con Berizzo, ni con Garitano. La temporada 18/19 fue otro calvario para el jugador de 24 años, que tras empezar el año como titular, acabó siendo relegado al banquillo el resto de la campaña. Sin embargo, ha sido finalmente con Garitano cuando ha empezado a hacerse un hueco en la planilla esta temporada. Unai se ha vuelto un jugador relativamente importante, y recalco el “relativamente” ya que sigue teniendo etapas en las que desaparece del mapa por completo. Ya sea por desconfianza del entrenador, bajones de forma o problemas de actitud, López no termina de asentarse como titular en el primer equipo.
Hemos visto como salvo en contadas excepciones, Unai ha salido como titular en los partidos jugados en San Mamés y como suplente lejos de la Catedral. Al ser un jugador creativo y con menos presencia defensiva que otros jugadores, se sobreentiende que su falta de minutos como visitante está directamente relacionada con la intención de Garitano de ser lo más “sólido” posible fuera de casa.
Mi discrepancia viene con el significado que le da Garitano a la palabra sólido. Si tu único planteamiento fuera de casa es el de encerrarte y jugar al pelotazo, y sacas 13 puntos de 42 posibles, deberías replantearte la efectividad del mismo. Poner a los mejores sobre el campo es la mejor manera de hacer sólido a un equipo, y Unai López es uno de ellos. Cuando esta fino, su calidad y creatividad con el balón en los pies es un factor diferencial que escasea en el Athletic, y como suelen decir, la mejor defensa es un buen ataque.
