El futuro de Oscar Emboaba pintaba brillante, pero una oferta multimillonaria y su irregular forma lo llevaron a China.
No hay nadie a quien no le suene el nombre de Oscar, aquel talentoso brasileño del Chelsea FC. Aquel futbolista que tan buen papel hizo con su selección, la brasileña, en el Mundial de 2014. Pero lo malo de que sea tan conocido es que la mayoría lo identifican por haberse ‘vendido’ al fútbol chino, algo que mucha gente hoy en día no ve con buenos ojos.
Muchos pensábamos que la carrera de Oscar llegaría hasta donde él quisiera. Y así fue, aunque el final no fue el esperado por nadie, ni por él mismo. Cuando llegó a Londres de la mano del club ‘blue’ todos vimos algo especial en él. Recaló en Stamford Bridge en el verano de 2012 procedente del SC Internacional brasileño, causando sensación desde sus primeros días.
Es imposible no acordarse de su carta de presentación. Tras varios partidos entrando como suplente fue titular en su debut de Champions League, contra la Juventus de Turín en casa. Anotó primero un gol que rebotó en la defensa, pero el segundo fue todo un golazo que superó al legendario portero ‘Gigi’ Buffon. Quizás sea ese su gol más conocido como jugador ‘blue’, por su espectacularidad y por ser su carta de presentación a Europa.
A partir de entonces empezó a ser titular con regularidad, tanto a las órdenes de Roberto Di Matteo, como a las de José Mourinho. Sin embargo, todo se truncaría al finalizar la temporada 2014-2015. Aquella campaña el Chelsea fue campeón de la Premier League a las órdenes del entrenador portugués, pero el siguiente año fue desastroso. Ningún jugador del equipo londinense estuvo a la altura, ni siquiera Oscar, y fue entonces cuando empezó a sentarse en el banquillo.
Paso en falso
Fue una temporada muy mala, y la siguiente no sería una excepción, por lo que su irregular forma lo llevó a querer marcharse de Londres. Sin embargo, el destino no fue el esperado, y la plena expansión del fútbol chino contó con Oscar como principal reclamo. Fichó por el Shanghai SIPG FC por un montante que rondó los 65-70 millones de euros.
A día de hoy aún milita en la Superliga China, y aunque parece que ha demostrado querer volver a Europa como ya hicieron Axel Witsel o Yannick Carrasco, todavía parece una utopía que regrese. No sabemos si fue el dinero o la mala forma lo que lo empujaron a China, pero lo que sí es seguro es que el mundo se perdió a una verdadera futura estrella.