La Real ha pasado en la última década de luchar por el ascenso a ser uno de los equipos más consolidados de la Liga.
Si echamos la vista atrás 10 años en nuestro fútbol, las cosas han cambiado mucho. Equipos históricos como el Real Zaragoza, el Deportivo de la Coruña o el Racing de Santander, que eran asiduos en primera división, han pasado a la segunda escala del fútbol español. Equipos como el Mallorca o el Osasuna, que en aquellos años coqueteaban con Europa, ahora luchan por no desdender. Que decir del Málaga, que era uno de los equipos potenciales a dar la campanada en la decada que entraba, no sabe aún si la temporada que viene «seguirá vivo». Pero por otra parte, equipos que hace 10 años pasaban por la penumbra de la segunda división, ahora viven en la gloria. La Real es el claro ejemplo de ello, dando sentido a la frase «No es difícil llegar a la cima, si no mantenerse».
Ascenso y permanencia
El ascenso del equipo txuriurdin es la clave, y la base, de lo que vino después. La filosofiía llevada a cabo durante el verano de 2009 creó un equipo que, con los pocos recursos que tenía, lograría ganar la segunda división. Con una plantilla llena de canteranos, y jugando con tan sólo 3 extranjeros en su 11 inicial, trajo de vuelta la alegría a Donosti. Griezmann, Carlos Bueno, Xabi Prieto y compañía ascendieron al equipo tras 3 años en segunda, y comandados por Martín Lasarte, elaboraron un fútbol vistoso que enamoraba a todos.
Los 2 primeros años en primera no fueron tan dulces. El equipo era bastante irregular, y sólo las individualidades de Griezmann o Tamudo en la primera temporada, y el fichaje de Vela en la segunda, consiguieron mantener al equipo en Primera. Pero ya estaban todos los ingredientes puestos encima de la mesa para cocinar una de las etapas más bonitas del club.
El equipo «Txampions»
«Bravo, Charly, Iñigo, Mikel, De la Bella, Illarra, Markel, Griezmann, Vela, Xabi Prieto y Agirretxe». De carrerilla y sin respirar podemos nombrar todos la alineación estrella de aquella temporada. Con Montainer a la cabeza, y con suplentes de la gala del Chory Castro o Ifrán, Anoeta volvió a tocar las estrellas. Más de 18 jornadas sin perder, jugando como nunca antes se había visto, marcando goles inimaginables y haciéndonos soñar muy alto. La Real quedaría 4º en la temporada 12/13 siendo uno de los mejores equipos de Europa en cuanto a juego refería, y dando un ejemplo a todos que no solo el dinero consigue éxitos, sino que la cantera también.
El paso por Europa fue anecdótico, y los 2 siguientes años fueron una cuesta abajo por falta de ambición en el club, pero equipos como el United o el Lyon visitaron Donosti sin llevarse la victoria. Y cómo no olvidar la noche de Gerland…
Consolidación y vuelta a la gloria
La Real ya se había convertido en un equipo que luchaba por Europa temporada sí y temporada también. La calidad del equipo disminuyó con las ventas de jugadores insignia como Bravo o Griezmann, pero el equipo ya era lo suficientemente fuerte. Tras la catástrofe de Krasnodar en 2014, pasarían 3 años hasta que el equipo volviese a jugar competición europea. Esta vez, con Juanmi, Willian José, Canales o un jóven Oyarzabal, lograrón el 6º puesto en el último minuto de la última jornada que les llevaría a la Europa League.
Sin embargo al año siguiente no supieron aprovechar la oportunidad, y la inestabilidad en el club y la mala planificación del equipo derivaron en un año gris. La temporada 18/19 sirvió como transición a lo que hemos visto este año: un equipo jóven, con ganas de llegar muy alto, jugando como los grandes pero sin perder el norte. A falta de jugarse el último tercio de liga por el Covid-19, la Real se sitúa 4º y en la final de la copa 32 años después. No sabemos que se decidirá respecto a las competiciones, si se jugará la final, o si podrán disputar la Champions el año que viene, pero lo cierto es que la Real ya ha demostrado que está para quedarse.
