Carles Puyol ha sido uno de los jugadores con más sentimiento blaugrana y de los más importantes de la historia del club.
A lo largo de la historia del FC Barcelona, han sido muchos los jugadores que han demostrado un amor a la camiseta azulgrana que no se puede explicar. Canteranos, fichajes que se enamoran de la filosofía del club o incluso entrenadores que lo admiran desde antes de fichar. Sin embargo, uno de los que más han mostrado este cariño al club, y que lo han dejado todo en el campo hasta el último momento es Carles Puyol.
Carles Puyol llegó al Barça siendo un niño, y abandonó la entidad como un adulto, siendo un ejemplo para todos los niños que entran en La Masia. Su forma de vivir el fútbol, su amor por los colores y sus éxitos como futbolista tanto a nivel de clubes como de selecciones, le sitúan al nivel de ser un ídolo mundial.
Si a esto se le suma vivir en una de las épocas más laureadas de la historia del Barça, el resultado es ser considerado uno de los mejores centrales de la historia. Jugó en el primer equipo desde 1998 hasta 2014, jugando un total de 593 partidos como azulgrana. Es el cuarto con más partidos de la historia. En este trayecto, ganó nada más y nada menos que tres Champions League y seis ligas entre otras cosas.
Respeto mundial
Sin embargo, no solo por esto es tan querido en todo el mundo. Se ganó a pulso el apodo de Tarzán, refiriéndose no solo a su larga melena sino también a su estilo de juego. Se deja siempre todo en el campo, y son muchas las veces que se ha visto jugar al catalán con el pómulo roto, o infiltrarse para poder disputar un partido. Una imagen histórica dejó cuando, en un mano a mano sin portero, el central del Barça paró el balón con el pecho, con el escudo del Barça.
No solo esto, como jugador del Barça es complicado ganarse el respeto de, por ejemplo, los aficionados del Real Madrid. Sin embargo, Puyol es uno de esos privilegiados. Además de ser un capitán ejemplar, llevó a España a la final del mundial con un cabezazo frente a Alemania a centro de Xavi Hernández.
Vive también una de las épocas más gloriosas de la selección española. Mundial y Eurocopa en su vitrina, convirtiéndose en uno de los jugadores más laureados de la historia del fútbol.
Muy al pesar de todos los aficionados del fútbol, Puyol cuelga las botas en 2014, en un final de carrera lastrado por lesiones musculares y óseas. Hoy, sigue siendo recordado por todos los aficionados, y los culés ansían la llegada de un capitán con características similares al tiburón Puyol.