El capitán babazorro renueva su compromiso con el club hasta 2021 y portará el brazalete del Deportivo Alavés hasta los 35 años
No hay mal que por bien no venga, y es que este tiempo de confinamiento choca con el buen momento en el ámbito profesional que atraviesa Manu García. El pasado 6 de marzo se convirtió en el tercer jugador con más partidos luciendo la elástica albiazul. A la postre se confirmó su renovación que alarga su vínculo con el club hasta junio de 2021. Esta satisfacción es doble, ya que va a poder capitanear al club en el año de su centenario, algo que para un gasteiztarra es un orgullo mayúsculo.
En aquel partido contra el Valencia, marcado por la creciente alarma debido al Covid-19, el mediocentro alcanzó la cifra de 276 partidos con el Deportivo Alavés igualando a Óscar Tellez. Al vitoriano sólo le superan Pablo Gómez, con 295 encuentros y el argentino Martín Astudillo, que registra 346 choques como albiazul.
Desde su llegada al club vitoriano, allá por el 2012, el “glorioso” militaba en la División de Bronce del fútbol español y en su escalada hasta la Primera División, el zurdo siempre ha conservado su rol de jugador importante. Para desgracia de sus detractores, aún hay Manu García para rato. Y es que en estos últimos años, el capitán albiazul ha sido foco de las críticas por parte de la opinión pública. Tachaban su juego como poco arriesgado y demandaban la entrada de un jugador de corte más asociativo, como puede ser Pere Pons.
Muchos méritos dentro del club
Lo cierto es que en las fotos de los éxitos más recientes del Deportivo Alavés, Manu está presente, y en alguna incluso en primer plano. Una de ellas, el ascenso a Primera División en la 2015/2016, cuando anotó dos goles capitales para sellar el ascenso a Primera División. El primero un zurdazo desde dentro del área para derrotar al Bilbao Athletic en Lasesarre por 2-3. El segundo, el que abría la lata para vencer finalmente por 2-0 al Numancia en Mendizorroza, que confirmó la vuelta de los gasteiztarras a la élite del fútbol español.
A pesar de haber pasado por muchos vestuarios antes de llegar al Alavés, toda su carrera como jugador profesional la ha desempeñado en el club de su ciudad natal. Recordemos que en España solo se consideran categorías profesionales la Primera y la Segunda División, por lo que se le consideraría un One Club Men.
Esto es algo que ya no se estila en el fútbol actual en el que estamos acostumbrados al continuo baile de jugadores, intromisiones de agentes que velan por sus bolsillos etc. Pero más allá de cifras y récords, el mediocentro alavés tras ocho años en el equipo se ha convertido en el termómetro de la plantilla, por lo que la decisión de renovarlo es justificable por parte de la dirección técnica del club gasteiztarra.