El Manchester United no atraviesa por su mejor momento ni deportivo ni institucional, lo que tiene a su afición hundida
La situación que vive actualmente el Manchester United es realmente asombrosa. Sus aficionados se preguntan cómo es posible que la simple marcha de un entrenador provoque una hecatombe de tal magnitud en un club tan grande. Ese entrenador es ni más ni menos que ‘Sir’ Alex Ferguson, las palabras que mejor definen lo que es el club inglés, pero el hecho de su marcha ha generado un grandísimo pufo deportivo e institucional.
6 temporadas más tarde del adiós del escocés los ‘red devils’ no son ni un reflejo de lo que siempre han representado. Un equipo sin actitud, sin amor al escudo, sin ganas de hacer arder la Premier League como antaño. Aquella última temporada con ‘Sir Alex’ al mando el equipo ganó la competición doméstica, fue el punto de inflexión con el desastre.
Cambio en la perspectiva visitante
Ahora mismo pisar Old Trafford no es un quebradero de cabeza para el visitante. No se puede decir que sea un paseo, pero la grada no aprieta como antes, ni los jugadores llevan a sus adversarios hasta sus límites como antes. Los visitantes ya no se ven intimidados cuando entran al estadio, y cuando ven la estatua de la ‘Santísima Trinidad’ con Law, George Best y Bobby Charlton no sienten su esencia en el campo.
En el ‘Teatro de los Sueños’ ya no desfilan las estrellas como antes. Cristiano Ronaldo dejó un maldición a sus espaldas, y ningún ‘7’ después de él triunfó. El mediocampo no es lo mismo sin Scholes, ni la defensa es igual de consistente que con Vidic, Ferdinand, Neville y Evra. Paul Pogba, Fred, Phil Jones… son algunos de los intentos que los ingleses han efectuado por recuperar su esencia, pero nada de nada.
Ante toda esta situación de pesadumbre y pesimismo que rodea Old Trafford sus aficionados comienzan a vaciar las butacas, cambiando los papeles nuevamente con sus rival citizen. Y ante todo esto los objetivos ya no son los mismos. No se sueña con llegar a una final europea, o con ganar la Premier League, ni siquiera cualquier otro título.
Toca reinventarse
En Manchester ahora mismo es momento de transición, una transición que debió empezar en el propio 2013. La llegada de Bruno Fernandes ha sido un haz de luz para todo lo que rodea al equipo, aunque hará falta mucho más que un joven portugués para cambiar las cosas. Deben invertir en fichajes fiables, de garantías, además de reforzar cada posición del campo para traer aire fresco al grupo. En definitiva, en Manchester hace falta hacer soñar de nuevo a los suyos.