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25 años de la mayor hazaña

Hoy se cumplen 25 años del momento cumbre de la historia del Real Zaragoza, 25 años de la conquista de la Recopa de París de 1995 frente al Arsenal

A lo largo de este artículo iremos recordando el camino que tuvo que recorrer el Real Zaragoza para llegar a la final de París y conquistar este título europeo.

Comienzos de la hazaña

El camino hacia la Recopa comenzó en el año anterior, en 1994, cuando el equipo dirigido por Víctor Fernández conquistó su cuarta Copa del Rey en el estadio Vicente Calderón frente al RC Celta de Vigo. La conquista de este título llevó a los blanquillos a disputar al año siguiente la Recopa de Europa, competición en la que jugaban los campeones de copa de cualquier país europeo.

En la celebración de este título en la Plaza del Pilar, Andoni Cedrún, portero del Real Zaragoza en esos tiempos, se aventuró a decir que el año que viene ganarían la Recopa, y no se equivocó.

Los jugadores del Real Zaragoza celebran la Copa del Rey de 1994. Foto: Diario AS

Primeras eliminatorias

En las dos primeras eliminatorias, el Real Zaragoza tuvo que jugar como local en Valencia, debido a una sanción de la UEFA el año anterior.

En los dieciseisavos de final, el Real Zaragoza se enfrentó al Gloria Bistrita, campeón de Rumanía. Aunque pareciese un rival asequible, el conjunto blanquillo cayó en la ida por dos goles a uno. En la vuelta, los de Víctor Fernández volvieron a mostrar su superioridad en el juego y esta vez, también en el marcador, venciendo al conjunto rumano 4 a 0.

En los octavos de final, el Real Zaragoza se midió al Tatran Presov, campeón eslovaco. Esta vez, el conjunto blanquillo sí supo sentenciar la eliminatoria en la ida, venciendo 0 a 4, por lo que el partido de vuelta se convirtió en un mero trámite.

Sube la dificultad

En los cuartos de final es cuando el Real Zaragoza empezó a competir y a notar la dificultad de verdad. Se enfrentaba ante el Feyenoord holandés, un equipo competitivo y duro por aquel entonces. En la ida, los aragonés fueron muy superiores a su rival, sin embargo cayeron derrotados 1 a 0, dejando la eliminatoria abierta para la vuelta y esta vez, en La Romareda.

En la vuelta, con el feudo blanquillo hasta arriba, a los blanquillos les costó entrar en el partido. A diferencia de sus rivales anteriores, el Feyenoord mostró ser un rival duro y fuerte. La primera parte acabó con empate a 0, con un Zaragoza ansioso que veía que los minutos pasaban y que no lograba perforar la portería contraria.

En la segunda parte y casi en los últimos minutos, Miguel Pardeza abría el marcador y desatascaba el partido. Con la eliminatoria empatada, el Zaragoza fue capaz de tranquilizarse y empezar a jugar con libertad y soltura. Cuando el partido estaba cerca de finalizar, Juan Eduardo Esnáider cazó una volea en el área rival ante la que no pudo hacer nada el portero holandés.

Y es aquí, donde jugadores y aficionados zaragocistas se dan cuenta de que es posible, de que pueden ganar la Recopa de Europa.

Miguel Pardeza lucha un balón en el partido de los Cuartos de Final de la Recopa de 1995. Foto: VAVEL

Sí se puede

En las semifinales llegó a La Romareda el Chelsea. La Romareda presentaba un ambiente espectacular, y los jugadores zaragocistas se contagiaron de eso. En la primera parte, Miguel Pardeza y Juan Eduardo Esnáider, que también marcaría después del paso por vestuarios, encaminaron la eliminatoria.

Juan Eduardo Esnáider chutando un balón en la semifinal contra el Chelsea de la Recopa de 1995. Foto: football yesterday & today

En la vuelta en Stamford Bridge, el Chelsea planteó un partido duro y con un juego directo, sabiendo que ese era el punto débil del Zaragoza.

El partido pronto se iba a complicar con el tempranero gol del delantero del equipo inglés. Pero, poco después, Santiago Aragón logró conseguir el gol del empate y dar la tranquilidad necesaria a los jugadores zaragocistas. El partido transcurrió con cierta tranquilidad pese a que en los minutos finales, el conjunto londinense marcase dos goles. Finalmente, el Real Zaragoza pasaba a la final de la Recopa.

La gran final de París

10 de mayo de 1995. París. Parque de los Príncipes. Por fin llegó el día que tantos zaragocistas deseaban. Desde primera hora de la mañana, París se inundó de camisetas blanquiazules y rojiblancas. Un ambiente único propio de una final europea.

Miles de zaragocistas tuvieron que hacer más de 10 horas en autobús para poder ver la final en el Parque de los Príncipes. Nadie se quería perder esa final.

Afición zaragocista en París en 1995. Foto: Heraldo

El Real Zaragoza salió a ese partido con su once de gala y que toda persona que vivió esa final se la sabe de memoria: Cedrún, Belsué, Cáceres, Aguado, Solana, Santi Aragón, Nayim, Pardeza, Poyet, Higuera y Esnáider.

Alineación del Real Zaragoza en la final de la Recopa en 1995. Foto: Diario AS

El partido comenzó con una intensidad tremenda. Pronto se olvidaron sistemas, las tácticas y el fútbol, y se pasó a un juego directo y duro, justo como había planeado el equipo inglés. La primera parte acabó con el marcador a 0, con un Real Zaragoza que se sentía superado. Los blanquillos no podían competir con el juego que estaba proponiendo el Arsenal.

La segunda parte transcurrió parecida a la primera. Juego duro y directo y pocas ocasiones hasta que, en el minuto 68, Esnáider enganchaba una volea en la frontal del área de los “gunners” que se colaba por toda la escuadra. Seaman no pudo hacer nada.

Poco después, en el minuto 77, John Hartson ponía el empate en el marcador y mandaba la final a la prórroga. Durante esta, pocas ocasiones y poco fútbol se pudo ver. Los jugadores de ambos equipos estaban demasiado cansados como para proponer algo de fútbol.

Pero, en el minuto 119 y 50 segundos, Nayim se hace con un rechace en el centro del campo. Levanta la mirada para ver si hay algún compañero desmarcado. Ve a Seaman adelantado. Decide hacer lo que cualquier otro jugador no hubiese hecho, tirar a puerta. Ese balón no sólo lo tiró Nayim, también lo hicieron todas los zaragocistas que estaban en el Parque de los Príncipes, todos los que estaban viendo el partido en el Pabellón Príncipe Felipe en Zaragoza, o los que simplemente estaban en sus casas con sus familiares y amigos, viendo y sufriendo el partido. Ese gol lo marcó todo el zaragocismo. Un gol que quedó para la posteridad.

Gol de Nayim en la final de la Recopa de 1995. Foto: Diario AS

Hoy en día se sigue celebrando el gol de Nayim, los que lo vivieron y los que no habían nacido por aquel entonces, soñando con que algún día, puedan volver a vivir y sentir ese momento.

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