Uno de los equipos más infravalorados de los últimos años es el Real Madrid que formó Mourinho, entre el año 2010 y 2013. La primera temporada del portugués sigue siendo un ejemplo histórico de como enfrentar a los mejores
Mourinho había levantado la copa de Europa con el Inter, en el Santiago Bernabeu. Poco tiempo después confirmaba su marcha para dirigir en el mismo estadio, firmando con el Real Madrid. Según contaba en una entrevista el portugués, “me dijeron que teníamos al otro lado al mejor equipo del mundo, que nos estaban machacando y había que invertir la situación”.
Los fichajes
En su primer mercado, el presidente del equipo, Florentino Pérez, concedió plenos poderes a Mourinho, quién no quería grandes nombres, sino buenos jugadores que pudiesen apoyar lo que ya tenía en plantilla. Los primeros fueron Sami Khedira y Mesut Özil. Los dos alemanes habían resultado dos gangas (ambos acababan contrato), habían hecho un gran mundial y, encajaban en el centro del campo de los blancos.
Firmaba también a Ricardo Carvalho, quién había sido pieza clave en el Porto de Mourinho y, posteriormente en su Chelsea. Llegaba con 33 años, pero aún así fue clave, jugando la mayor parte de la temporada como titular. También se incorporaba el joven extremo Ángel Di María, procedente del Benfica. El argentino era una promesa aunque, con nivel de sobra para ser titular, siendo brillante en el desborde y apertura del campo.
En el mercado nacional, se fijó en dos perlas que habían irrumpido la temporada anterior. Pedro León, procedente del Getafe, era un fichaje que había propuesto la dirección deportiva del club, y no fue idea del portugués pero, tras verle en acción, decidió que era un buen fichaje. Mientras, Sergio Canales, del Racing de Santander, también había sido propuesto por la dirección deportiva del club, pero este se incorporó directamente, antes incluso de la llegada de Mourinho.
El desarrollo de la liga
La temporada comenzó bien, en las primeras doce jornadas, el club obtenía 32 puntos de 36 posibles. En la jornada 13 visitaba al FC Barcelona, en un partido que quedó para la historia. El conjunto dirigido por Pep Guardiola, endosaba un 5-0 a los blancos que suponía una caída a los infiernos de los madridistas.
Desde aquella derrota, y hasta la jornada 21, acumulaban seis victorias y un empate. Caían en la segunda vuelta frente a Osasuna, en el Sadar. Estos superaban a los blancos por la mínima y, suponían la segunda derrota de los navarros.
En la jornada 30, llegaría la tercera derrota del Real Madrid. El Sporting de Gijón conseguía vencer por primera vez aquella temporada a los blancos en casa. El cclub asturiano superaba por la mínima al Real Madrid, que veía como esta derrota complicaba su lucha por el título de liga.
Hasta el final de la liga, perdían una vez más frente al Zaragoza. Empataban en casa, contra el FC Barcelona y, conseguían los tres puntos en el resto de los partidos. Acabaron la temporada con 92 puntos, que hubiesen servido para levantar el título en cualquier otra temporada pero, aquel año, solo servía para alcanzar el segundo lugar.
Su temporada en Champions League
El Real Madrid quedaba primero en la fase de grupos, superando al AC Milán, AFC Ajax y al A.J Auxerre.
En octavos de final, se veían con la bestia negra del Real Madrid los últimos años, el Olympique de Lyon. A diferencia de las temporadas anteriores, en esta, el club blanco sí conseguía el pase a cuartos, con un 4-1 en el global.
En cuartos de final se enfrentaban a una de las revelaciones del torneo, el Tottenham. El club londinense tenía figuras como Luka Modric o Gareth Bale. El Real Madrid ganaba en la ida con un abultado 4-0 y, en Londres, lograba una victoria por la mínima que certificaba su pase a las semifinales.
En esta ronda, el sorteo deparaba un enfrentamiento entre el Real Madrid y el FC Barcelona. En la ida, que se disputó en Madrid, los blaugranas se llevaban la victoria con un 0-2 en el que Messi demostró una vez más que era el mejor de aquel momento. En el partido de vuelta, empataban a uno en el Camp Nou, resultado que daba el pase al conjunto catalán, que a la larga acabaría levantando aquella Champions.
El primer título de Mourinho en España
En Copa del Rey, el Real Madrid decidió luchar por el título, viendo la copa como la segunda vía para vencer al FC Barcelona.
En dieciseisavos vencían al Real Murcia. En octavos de final, se encontraban con el Levante. En el partido de ida, los blancos ganaban 8-0, aunque perdían en el partido de vuelta por 2-0. Este resultado daba el pase al Real Madrid.
En cuartos de final, debían visitar el otro gran estadio de Madrid, teniendo que superar en la eliminatoria al Atlético de Madrid. En la ida, el conjunto madridista ganaba por 3-1 a los colchoneros. En el partido de vuelta, los blancos ganaban por la mínima en el Vicente Calderón.
En semifinales, el Sevilla, que había ganado la edición anterior de la copa del rey, se encontraba con el Real Madrid. En el partido de ida, el Real Madrid ganaba por la mínima fuera de casa. En la vuelta, que se jugó en el Bernabéu, los blancos se llevaban el partido en un 2-0.
La final es un partido magnífico, quizá la mayor expresión de la lucha entre Pep Guardiola y José Mourinho. El portugués decidió que, el mejor momento para experimentar con su equipo, era la final de la copa del rey, así que incorporó a Pepe al centro del campo.
El once del Real Madrid
Por parte del Real Madrid, partían Iker Casillas, Álvaro Arbeloa, Sergio Ramos, Ricardo Carvalho y Marcelo Vieira. El exjugador del Liverpool no era titular, porque su puesto lo solía ocupar el camero, que aquel partido partía como central. Esta decisión resultó sorprendente porque, en aquel momento, Ramos nunca había jugado en el eje de la zaga.
En el centro del campo, formaba un triple pivote. Pepe era la unión entre la defensa y el centro del campo, rotando según la situación del equipo en el partido. Xabi Alonso y Khedira, aunque enfocados también en defender y apoyar a los centrales, estaban centrados en hacer llegar el balón a los delanteros.
Arriba, Mesut Özil jugaba en banda derecha, con total libertad para incorporarse al medio. El alemán creó muchas oportunidades para Cristiano Ronaldo, con muy buenos pases por dentro, y por fuera (como extremo). Di María partía en banda izquierda, jugando como extremo natural, eso sí. El argentino se centró en hacer llegar el balón desde la banda, como se ve en el gol del luso Cristiano, que remató un centro de Di María. Cristiano también tuvo que “experimentar”, jugando por primera vez como delantero centro.
El partido se basó en el ataque constante de ambos equipos, aunque las defensas de ambos fueron culpables de que ninguno llegase a anotar. En la prórroga, Cristiano Ronaldo ponía el solitario 1-0 en el marcador, con un testarazo tras un gran pase de Di María. Este partido supuso el comienzo de un cambio, que se acentuaría la siguiente temporada, con la consecución del título de liga de los blancos en 2012.