La década de 1990 fue algo convulsa en el galardón que entrega anualmente France Football. Algunos votos fueron muy extraños y, acabaron provocando nominaciones como estas
Rafael Martín-Vázquez, 1990
El primero en la lista, uno de los que menos méritos hizo. Comenzó el año 1990 en el Real Madrid, en el que nunca llegó a asentarse. Su posición natural siempre fue la de enganche, dando el último pase al delantero (Hugo Sánchez o Emilio Butragueño), pero en el esquema de Toshack, acabó viéndose relegado a jugar como carrilero diestro.
No era una posición en la que atacase demasiado (la otra banda la ocupaba Fernando Hierro), pero si podía ayudar en el centro del campo, cubriendo en los contrataques los huecos que dejaban Schuster y Gordillo.
Aquella temporada, el Real Madrid levantó la liga y, sumado esto al rendimiento que dio en la segunda vuelta jugando en Italia (en el Torino), fue nominado al balón de oro. En aquella gala, rozó estar entre los 10 mejores jugadores del mundo, quedándose en el puesto 12.
Aitor Begiristain, 1991
Si bien su carrera como jugador fue muy exitosa, se le recuerda principalmente por su labor en los despachos. Fue director deportivo del FC Barcelona de Laporta, siendo pieza clave en dos copas de Europa del club (2006 y 2009). Actualmente, desempeña esta labor en el Manchester City.
Aquel año natural (segunda parte de la temporada 1990/1991 y primera parte de la temporada 1991/1992), formó parte de la plantilla del FC Barcelona. Era una pieza clave en el primer Dream Team de Johan Cruyff, como extremo izquierdo.
El rol del extremo zurdo en aquella época es muy diferente al actual. En aquellos momentos, un extremo izquierdo solía jugar escorado a banda, dedicando su influencia ofensiva a los centros en línea de cal y último pase, aunque pocas veces remataban a puerta, confiando este trabajo al delantero.
Levantaron la liga, superando al Atlético de Madrid y, la influencia de Txiki en este título, fue más que suficiente para su nominación a la gala del balón de oro. En esta, se quedó en el décimo tercer lugar.
José Luis Caminero, 1994
Aunque actualmente es reconocido por su labor como director deportivo del Atlético de Madrid, hasta 2018, José Luis Caminero fue un futbolista del club rojiblanco, siendo pieza clave del equipo que levantó la liga y la copa del rey en 1996.
Antes de ese histórico doblete, en el año 1994, Caminero fue nominado a la gala del balón de oro. Había jugado en el Atlético de Madrid todo el año natural, y este acabó en duocécimo lugar en liga. No levantaron ningún título y, el club fue dirigido por cinco entrenadores, señal de inestabilidad.
Aún así, el mediocentro español fue nominado al balón de oro y, recibió un voto para que se llevase el “balón de bronce”. Acabó decimosexto en el galardón, lo que resultó toda una sorpresa para los expertos, debido a que Caminero no había llegado a mostrar un nivel acorde a un puesto así.
Sergi Barjuán, 1996
A día de hoy se desempeña como entrenador, en el fútbol asiático, aunque es recordado por su extensa carrera como futbolista en España. Jugó en el Atlético de Madrid, pero su mejor momento fue su trayectoria en el FC Barcelona, del que formó parte cerca de una década.
Era el carrilero izquierdo del Dream Team, pasando a ser lateral cuando la formación cambiaba. El año de su nominación, 1996, quedaron terceros en liga, perdiendo también en la copa del rey y copa de la UEFA.
Su rendimiento individual fue bueno, pero a priori, no suficiente para situarse en un puesto superior al de otros grandes jugadores que pugnaron por el balón de oro. En concreto, el jugador español se situó en el puesto 28, superando a Zinedine Zidane, Luis Figo, Ronald de Boer, Jari Litmanen o Diego Simeone. Casi nada.
Otros españoles formaron parte de estos galardones, como Fernando Hierro, Luis Enrique o Raúl González, pero en estos casos, habían hecho méritos de sobra, y su nominación no sorprendió tanto como las cuatro que mencionamos en el artículo.