Con Raúl Jiménez, Adama Traoré y Rubén Neves acaparando todos los focos, la labor de Diogo Jota en los Wolves pasan desapercibidas
Desde el ascenso a Premier League hace dos años, los Wolves han sido uno de los mejores equipos en Inglaterra. Con su rígido esquema de tres centrales, han amenazado los puestos europeos, y han sido un dolor de muelas para los integrantes del Big Six. Lo cierto es que con una gran base de jugadores procedentes de Portugal, las grandes estrellas son Raúl Jiménez o Rubén Neves. Pero hay un jugador fundamental que pasa muy desapercibido. Ese es Diogo Jota.
Tras una primera temporada cedido en el Wolverhampton desde el Atlético de Madrid, con el ascenso a Premier fue adquirido a título definitivo por “los lobos” por una cifra cercana a los 14 millones de €. Y puede que el motivo de su infravaloración sea el no haber llegado a jugar con el conjunto colchonero. Pero lo cierto es que en Molineux están encantados con él. Y no es para menos, pues este año las cifras del joven portugués son impresionantes: entre Premier League y UEFA Europa League, suma 15 goles y 6 asistencias (3 y 5 en las rondas clasificatorias de UEL), pero eso no es lo que le hace un jugador fundamental en el esquema de Nuno.
Las razones por las que Diogo Jota es imprescindible son, fundamentalmente, dos. La primera, y una de las más obvias, su capacidad de adaptación. Sabe desenvolverse tanto en banda izquierda, como en banda derecha (siempre siendo extremo y no carrilero), y también puede ocupar la punta, jugando como única referencia, o acompañando a Raúl Jiménez en una doble punta. Esto, y pese a la poca variabilidad que suele mostrar Nuno en el esquema, le permite jugar prácticamente todos sus partidos sin notar el cambio posiconal.
Pero la gran razón es lo complementario que es con Raúl Jiménez. Si el mexicano ha marcado tantos goles esta temporada, en parte es gracias a Diogo Jota. Cuando ambos ocupan la doble punta, se complementan a la perfección. El portugués, menos “delantero centro” que el mexicano, tira desmarques largos, se mueve por todo el frente y atrae liberando de marca a Raúl Jiménez cuando le envían balones largos. A su vez, el mexicano fija centrales en otras ocasiones para que Diogo Jota pueda hacer valer su gran uno contra uno y crear superioridades a partir de ahí. Y esto Nuno lo save aprovechar a la perfección.
En definitiva, lo infravalorada que está la labor y la calidad de Diogo Jota no es normal. Un jugador que podría encajar en cualquier plantilla de Europa, y darle un plus. Sin él, seguramente no habríamos visto unos Wolves tan fuertes ofensivamente, y tampoco habríamos visto un Raúl Jiménez tan goleador, porque ambos se aportan mutuamente. Porque Diogo Jota sabe cómo y cuándo moverse para beneficiar al equipo, y eso es de reconocer.