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Un año sin Reyes, la sonrisa de Nervión

Se cumplen 365 días de la trágica noticia que nos contaba que Jose Antonio Reyes ya no estaba con nosotros

Hoy, 1 de junio de 2020, se cumple 1 año del mejor fichaje que el cielo jamás ha hecho. ¿Quién será el director deportivo de allí arriba? Que buen ojo tuvo… No sé quien será lo propio de aquí, de La Tierra, pero lo que está claro, es que lo dejó marchar por un precio muy barato. El cielo ficha calidad, ficha clase, ficha liderazgo, ficha gol, ficha garra, ficha jugadas maravillosas dejando atrás a medio equipo rival, ficha pases maravillosos. (O sino que le pregunten a Bacca), pero en general, ficha sevillismo, ficha a Reyes.

Ficha un corazón que late gritando Sevilla, y… ¡Vaya si lo grita! Desde que era todo un niño. Desde aquel partido en La Romareda, donde un chaval de 16 años entró por primera vez a un campo de fútbol de forma profesional. Y lo hizo como él lo quería hacer, con el escudo de su Sevilla en el corazón. Sus carreras por la banda izquierda del Sanchez Pizjuán son irrepetibles, el descaro, el desparpajo… Todo le daba igual. ¿Venía un defensor más grande y más fuerte?. Sin problema, el hacía magia y lo dejaba atrás. Aquel partido, el de “Y no pueden con él”, una de las exhibiciones más recordadas del fútbol español, cuando él solito, le ganó 4-1 al Real Madrid de los galácticos.

Reyes y Beckham en 2003. Fuente: Diario AS

En enero de 2004, el Sevilla necesitaba mucho dinero, y fue su venta casi obligada la que le hizo ser quien es ahora. Se marchaba al Arsenal por 30 millones de euros. Declarado por él antes de su fichaje por el Arsenal: “Es un día agridulce, he dejado al club que quiero, el que me ha visto crecer, el que me lo ha dado todo en esta vida. Me voy del mejor equipo de España para irme al mejor equipo de Inglaterra. Volveré”. Y así fue, después de formar parte del Arsenal de “Los invencibles”, darle una liga al Real Madrid, convencer a los aficionados del Calderón, y un paso por Portugal, volvió a su casa. Y no lo hizo para cumplir, no, lo hizo para agrandar su leyenda y afirmar una famosa frase sobre él: “Su venta nos hizo grandes, y su vuelta más todavía”.

Pancarta de aficionados sevillistas a Reyes. Fuente: Marca

Palmarés

En su vuelta al Sevilla, se convirtió en el jugador que más Europa League tiene de toda la historia , 5, como el club de sus amores. 3 de ellas fueron conseguidas con el Sevilla, y la última de ellas, levantada por él al cielo de Basilea. A ese palmarés le suma 1 Community Shield, 1 FA Cup, 1 liga española, 1 intertoto, 1 Supercopa de Europa y una copa de la liga. En la cuarta Europa League, sacó a pasear su clase por el césped de Varsovia. Sirvió uno de los mejores pases que se recuerdan en una final Europea a Carlos Bacca. Y es que él, lo tenía todo para ser el mejor, que se lo digan a Luis Aragonés, quien en un entrenamiento con la selección española, le afirmaba que era mejor que Thierry Henry.

Reyes levantando la Europa League. Fuente: Goal

Su cara reflejaba su juego, alegre, siempre con una sonrisa, siempre tratando de animar a sus compañeros, quienes todos le recuerdan como un gran referente. Él era algo distinto. Tenía el “don” y cuando llegaban los partidos que más le gustaban jugar a Reyes, los derbis, le decía a Unai Emery: “Mister, si quieres ganar el derbi, ya sabes a quien tienes que poner”. Y el vasco lo ponía, y Reyes marcaba, y el Sevilla ganaba, todo un fuera de serie.

Más equipos donde dejó huella

Después de acabar su contrato con el Sevilla, pasó por Espanyol y Córdoba, donde los aficionados le pedían que salvara al equipo de marcharse a segunda división B. ¿Y qué hizo? Hacerlo, porque cuando él quería, quería de verdad. Después tuvo un breve paso por China, antes de marcharse al Extremadura, el que lamentablemente sería su último equipo. Una de sus curiosidades de su paso por Córdoba, fue que su padre, estaba muy contento de verlo vestir “verdiblanco” (él era bético). La realidad es que por cada equipo que ha estado, se le recuerda y se le quiere como uno de los suyos.

Ahora, un año después, le recordamos, a él y a su primo. Le recordamos porque fue uno de los grandes, de los que te levantaba del asiento, de los que pagabas una entrada de un partido para verlo, para verlo marcar, para verlo asistir, para verlo regatear, para verlo mandar… La figura de Jose Antonio Reyes Calderón es una eminencia para los sevillistas, quienes, al igual que el mundo del fútbol, lloraron su marcha en una capilla ardiente en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán, el estadio que lo vió crecer, que lo vió irse llorando, que lo vió volver con ganas de agarndar su leyenda, y que lo vió volver a irse, pero esta vez de la forma más cruel posible.

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