En el verano de 2010, tras un ganar el único Mundial en el haber español, David Villa fue traspasado al Fútbol Club Barcelona por la friolera cantidad de 40 millones de euros
Es asturiano era ya toda una leyenda para los aficionados valencianistas. Desde su llegada en el año 2005 hasta que se fue en el 2010, consiguió anotar 129 goles en los 225 partidos que disputó. La huella que dejó en el Valencia fue imborrable y poder sustituirlo era prácticamente misión imposible.
No obstante, el equipo de ojeadores del Valencia, comandados por Unai Emery se pusieron a peinar el mercado en busca de la mejor solución a la brecha que Villa había dejado. De hecho, a mitad de verano, se hizo oficial de llegada de Roberto Soldado a la disciplina che.
En el mercado de transferencias anterior, Miku había abandonado el Valencia para formar parte de la escuadra azulona del Getafe. Dicha operación facilitó mucho las relaciones entre ambos clubes, pues el fichaje de Soldado por el equipo blanquinegro no superó los diez millones de euros. Asimismo, el acuerdo que establecieron Llorente, presidente del Valencia en aquel momento, y Ángel Torres, incluía que el delantero sería pagado a plazos.
Asimismo, ya en plena pretemporada, el conjunto de la ciudad del Turia fichaba al segundo de los puntas elegidos. Aritz Aduriz firmaba por el Valencia por 4,3 millones de euros, siendo petición expresa del técnico valencianista Unai Emery. De hecho, la noticia se conoció mientras Aduriz estaba en Suecia realizando la pretemporada con el Mallorca comandado por Laudrup.
No obstante, el segundo encuentro del combinado balear en tierras nórdicas, no lo jugó el delantero vasco. Allí se despidió de sus compañeros del Mallorca y, nada más aterrizaron los bermellones en territorio insular, Aduriz cogía otro vuelo dirección Valencia para pasar revisión médica con los ches.
Por su parte, Soldado, estuvo tres temporadas defendiendo la elástica del murciélago, y aportó 59 goles, consiguiendo que los blanquinegros pudieran olvidar a David Villa. Y, si a eso se le suma los 17 goles que anotó Aduriz, se convierten en 76 goles entre dos jugadores. Sin embargo, el delantero vasco estuvo dos temporadas, pues en el año 2012 volvió a su casa, al Athletic Club. Por su lado, Roberto Soldado tras las tres fructíferas campañas que pasó en Valencia, despertó interés en el Tottenham Hotspur, equipo por el que firmó.
Una delantera casi de ensueño, que consiguió que la afición del Valencia olvidase, por momentos, a uno de los más prolíficos goleadores de toda su historia.