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Javi Guerra, el cañonero de Pucela

Hoy repasaremos la trayectoria de Javi Guerra en las filas del Real Valladolid donde se destapó como goleador

Javi Guerra era un delantero malagueño de la cámada del 82. Natural de Vélez, comenzó su carrera en el Motril CF y el Cádiz antes de poner rumbo al filial del Valencia CF. Con el conjunto che anotó 45 goles en 75 partidos, llegando a debutar con el primer equipo. Despues de tres buenas temporadas en el conjunto valencianista, puso rumbo a la segunda división; pasando por: Granada 74, Deportivo Alavés y Levante. Con los granotas conseguiría 12 tantos con los que ayudó al equipo a lograr el ascenso.

Despues de su buena temporada con el conjunto levantinista, el Real Valladolid logro su fichaje. El malagueño llegaba al conjunto castellano a cambio de 300.000€ para ser una de las piezas claves del equipo. En su primera temporada con el equipo blanquivioleta anotó 29 goles, siendo el máximo goleador del equipo. Para la segunda campaña su cuota goleadora descendería hasta los 17 goles, consiguiendo el ascenso a primera división. Con los blanquivioletas en primera tendría claros y oscuros, alternando etapas de titularidad con etapas en las que pasó a ser un revulsivo del equipo. En la siguiente temporada conseguiría anotar 15 goles que no servirían para mantener al equipo en primera división. Despues de 155 partidos y 73 goles, dejaba el club vallisoletano para recalar en el Cardiff City.

Javi Guerra se destacó jugando como único punta del equipo, siendo la referencia en la parcela ofensiva. El malagueño destacó como un finalizador total de jugadas, teniendo gran habilidad para el remate con ambas piernas y con la cabeza. Su gran posicionamiento y su inteligencia a la hora de desmarcarse le convertían en un quebradero de cabeza para las defensas rivales. Con sus desmarques, su remate y su definición de cara a puerta; consiguió ser el máximo goleador de la historia blanquivioleta. Superando a leyendas del club castellano como Óscar Gonzalez o Victor Fernández.

El delantero consiguió hacerse un hueco en la historia del Real Valladolid, llegando al club con 28 años en segunda división. Una edad en la que nada hacía pensar que su rendimiento fuese tan impresionante. Y es que el veleño consiguió una cuota goleadora de 0,5 goles por partido, algo más que reseñable para el nivel del club y las aspiraciones que tenían.

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