En 1980 se disputaron el título de Copa del Rey el Real Madrid y su filial, el Castilla
Un 4 de junio como hoy, hace 40 años, se disputaría en el Santiago Bernabéu una de las finales más especiales para los madridistas. En un escenario imposible hoy en día por las nuevas normas de la competición, primer equipo y filial se enfrentaron en la final. Lo que estaba claro es que la Copa del Rey se quedaba en casa. El primer equipo, obviamente, tenía condición de favorito ante su filial. Y así lo demostró durante los 90 minutos, endosando al Castilla un 6-1.
En su camino a la final, el Castilla venció en sus múltiples rondas previas a equipos como Extremadura, Alcorcón, Racing o Hércules. Este último militaba en Primera y se lo puso muy complicado al filial. Tras caer derrotados en la ida por 4-1, los blancos remontaron en casa endosando un 4-0 a sus rivales. Una vez en octavos, logró pasar de ronda ante uno de los históricos de la competición como lo era el Athletic Club ganando 1-2 en San Mamés. En cuartos, eliminaron al máximo rival de su anterior víctima, la Real Sociedad. Tras un resultado adverso en la ida, el Castilla remontó en la vuelta ganando 2-0 en casa. Ya en semifinales, mientras el Real Madrid eliminaba en penaltis al Atlético, el filial pasaba de ronda remontando una vez más la eliminatoria, esta vez al Sporting.
El éxito del Castilla en aquella temporada no fue fruto de la casualidad. El filial presentaba una plantilla con muchos jugadores de gran talento que acabaron siendo titulares en el propio Real Madrid o en otros equipos de Primera División. Quizás el más importante de aquel Castilla fue Ricardo Gallego, un jugador que destacó en el primer equipo del Madrid en las temporadas venideras y que vistió de blanco once campañas.
La final tuvo un ambiente festivo en todo momento. Para el Madrid, marcaron Juanito por partida doble, Santillana, Sabido, Del Bosque y García Hernández. Álvarez fue el afortunado que marcó gol para el Castilla. El Bernabéu vivió una noche muy especial y al final del partido nadie se sintió derrotado a pesar del abultado resultado. Tal es así, que al final del encuentro ambos equipos posaron juntos para la prensa.
Su condición de subcampeón le sirvió al Castilla para disputar la Recopa de Europa la temporada siguiente. Sin embargo, fue eliminado por el West Ham en primera ronda. Tras aquella temporada, la Federación modificó la normativa de la Copa del Rey y prohibió jugar a los filiales para que no se repitiera un episodio así. Por ello, el Castilla tiene el récord de ser el primer y único filial de la historia en disputar una competición europea.