El actual entrenador del Athletic Club continuará ligado a la entidad rojiblanca, al menos, por una temporada más
Tras varios meses de dudas e incertidumbre, la semana pasada se cerró la renovación de Gaizka Garitano como entrenador del Athletic Club. Así lo hizo saber el presidente Aitor Elizegi, que definió la negociación como una “operación estratégica” que le mantendrá ligado a su proyecto hasta junio del 2021. Las dudas respecto al futuro más inmediato post-Covid-19 han llevado a que la directiva a decantase por la continuidad de su actual entrenador.
Criado futbolísticamente en el Bilbao Athletic, Garitano conoce como nadie los entresijos de Lezama y lo que representa el escudo. Su carácter y amor por los colores, transmitidos a sus jugadores, han encandilado desde el primer día a la parroquia rojiblanca. Por lo tanto, en Ibaigane ven en él una de las bazas en las que asegurar el futuro de una cantera de la que tanto depende el propio primer equipo, así como el de dar continuidad a los valores que han de representar cada vez que vistan esos colores.
Dudas y crisis de resultados
Sin embargo, hubo quienes no tuvieron tan clara su continuidad a principios de año. Luego de una primera parte de la temporada más que notable, el equipo entró en caída libre en LaLiga. Una dolorosa derrota ante el Real Betis en el Benito Villamarín a principios de diciembre dio inicio a una mala dinámica que le mantuvo sin conocer la victoria en el campeonato doméstico hasta el 2 de marzo ante el Villarreal en San Mames. Los problemas del equipo para generar peligro en campo contrario, así como la ausencia de un “Aduriz” para efectuarlas en gol castigaron demasiado a un equipo que pareció decir adiós a sus opciones de jugar competición europea la siguiente temporada.
Por otra parte, su labor desde su llegada al primer equipo es digna de destacar. El de Derio llegó en diciembre del 2018 desde el filial en sustitución de Eduardo Berizzo. El Toto trajo consigo para aquella temporada ideas interesantes con las que dar un aire nuevo al equipo. Sin embargo, estas no terminaron de calar en la plantilla, hasta el punto de llegar a la jornada 14 en la decimoctava posición, con solo once puntos. Con su llegada, el equipo mejoró considerablemente, alcanzando unos números increíbles que les dejó a las puertas de lograr una plaza para disputar la Europa League.
Con el nuevo año, las cosas no variaron. El técnico afianzó su libreta en torno a un once fijo, afirmando un sistema de lo más sólido atrás y perfeccionando una defensa sobresaliente. Esto le ha llevado a ser uno de los equipos menos goleados de LaLiga. A pesar de los problemas mencionados de cara a gol, el técnico ha conseguido con esta táctica llevar a su equipo hasta una nueva final copera cinco años después, firmando partidos memorables, como el de la eliminación del FC Barcelona en cuartos de final.
El sueño de la Gabarra
Con la renovación oficializada, lo que le toca ahora es centrarse de lleno en las once jornadas restantes, en las que lucharán por alcanzar la séptima plaza de la clasificación. No obstante, en un incierto horizonte continúa vislumbrándose la final de Copa que les enfrentará a la Real Sociedad. La consecución de este título podría convertirle en el segundo entrenador en sacar la Gabarra. Además, el propio entrenador ha reconocido que le ilusiona la posibilidad de ver al equipo del que es desde pequeño ver ganar su torneo fetiche.
