16 de abril de 2008, una fecha inolvidable para todos los aficionados del Valencia, la final donde se coronaron como campeones de Copa
Con el pitido de Undiano Mallenco arrancaba la final entre el Getafe y el Valencia. Ambos conjuntos llegaban con ganas de hacerse con el título, pero los de Koeman se veían favoritos.
Primera parte
Tanto era así que ya en el minuto tres de partido llegaría el primero en la final. Silva tras asociarse con Villa pondría un centro medido a la cabeza de Juan Mata, quien se elevaba por encima de su defensor para poner el primero de una final soñada.
El conjunto che no iba a levantar el pie del acelerador y tanto fue el impulso que cogieron que tras un primer aviso del asturiano llegaría el segundo gol. Los azulones, encabezados por Granero, no podían hacer frente a los achaques del conjunto valenciano, y tras un córner botado por Villa llegaría el gol de Alexis. El ex jugador del Getafe remataba al fondo de las mallas dejando la final dictaminada con tan solo un tercio de la primera mitad disputado.
Pero los de Laudrup no iban a bajar los brazos tan fácilmente, así pues comenzaron a imponer su juego y a buscar el contacto para hacer daño en la defensa rival. A falta de unos segundos para el final, y tras unos minutos de incertidumbre entre el colegiado y el linier por un posible penalti a Contra, Granero transformaba un penalti frente a Hildebrand que daba alas a los madrileños.
Segunda parte
El segundo tiempo estaba apunto de arrancar y en el Calderón los aficionados esperaban presenciar una gran final que con el gol del Getafe en los últimos segundos daba ánimos a los azulones, quienes además tendrían la más clara con un balón al palo de Granero.
Los primeros minutos del segundo tiempo serían un calco de la primera mitad, con un Villa que empujaba al equipo pudiendo hacer el tercero en un mano a mano que detenía Ustari. Pero no sería hasta los últimos minutos hasta que no llegaría el sueño de todos los aficionados del Valencia. Una falta botada por Baraja ‘a priori’ sin peligro se convertiría en la guinda del pastel. El capitán valencianista golpeó el esférico, desde tres cuartos de cancha, con gran potencia. Lo que hizo que Ustari no pudiese atraparlo, cayéndole el rebote al ‘moro’ Morientes, quien lanzándose de cabeza ponía el gol que dejaba la final de Copa resuelta.
Un gol que desató la locura de los jugadores del conjunto blanquinegre, pero sobretodo de los aficionados. Unos aficionados que celebraban ya la séptima Copa tanto en las gradas como en toda la ciudad. El final del encuentro tuvo un final agridulce, puesto que en el tiempo de descuento una tangana entre los jugadores de ambas partes terminaría empañando la final. Una final donde no solo pudimos disfrutar u¡de un partido increíble, sino que también vimos a jugadores que a día de hoy son o han sido grandes estrellas.
Este es el caso de Silva, Villa, Mata o los capitanes históricos del conjunto de Koeman, y por parte de los chicos de Laudrup encontramos caras reconocidas como Granero, Manu del Moral o Casquero.