Desde la vuelta del parón por el Coronavirus, el Real Zaragoza ha perdido su fiabilidad y su seguridad defensiva, encajando 14 goles en 8 partidos
Cierto es que, antes de la pandemia, el Real Zaragoza era el segundo equipo menos goleado de la categoría. La llegada de El Yamiq, junto con Atienza, Carlos Vigaray y Nieto, reforzó una defensa que ya de por sí, era buena. Pero, lo que antes era una barrera infranqueable contra los rivales, ahora se ha convertido en un coladero que hace aguas por todas partes.
La ausencia de la afición
Este es un factor que afecta a todos los equipos, pero al Real Zaragoza sobre todo. Como decía Víctor Fernández antes de comenzar la temporada, la calidad que le faltase a la plantilla estaría cubierta por la afición. Ese empuje que da la afición zaragocista en cada partido en La Romareda o en cada desplazamiento, lo notan los jugadores, al igual que el rival. El ambiente en el estadio zaragocista siempre añade un punto más de presión al partido, hace que los jugadores blanquillos tengan un punto más de motivación y a los rivales se le hagan más pesadas las piernas.
Sin ellos, el Real Zaragoza pierde, y mucho, y esto se ha notado desde la vuelta. En todos los partidos que ha jugado como local, ha perdido en todos.
Los errores individuales
Este factor también lo podríamos asociar con el anterior. La ausencia de afición hace que algunos jugadores se relajen más de lo debido, lo que provoca errores que cuestan goles y puntos. Esto se ha podido ver a lo largo de todos los partidos tras el parón. Los fallos de El Yamiq y Atienza contra el Alcorcón costaron 3 puntos, los fallos contra el Rayo Vallecano más de lo mismo, los de Girona y Lugo… Prácticamente en todos los partidos hubo errores individuales y casi todos costaron puntos.
El aspecto físico
Este factor es uno de los más importantes y que más ha afectado al equipo. Durante el parón por el Coronavirus, los clubes pensaban que lo único positivo sería que podrían recuperar jugadores lesionados o en baja forma para esta recta final de campeonato.
Sin embargo, para el Real Zaragoza ha sido justo al revés. Durante el preparamiento para la vuelta al fútbol, varios jugadores claves como Javi Puado o Carlos Vigaray, cayeron lesionados. Además, varios jugadores volvieron en peor estado de forma, lo que bajó el nivel del equipo. Como consecuencia de esto, el equipo disminuyó la intensidad y con ello, llegaron los goles de los rivales.
Todo esto ha supuesto que el Real Zaragoza, en 8 jornadas, haya encajado 14 goles y perdido 5 partidos. Pese a eso, el equipo sigue dependiendo de sí mismo para ascender a Primera División. La primera final de las tres que le quedan empieza hoy, ante el Real Oviedo en una Romareda vacía que espera la victoria de su equipo.