Después de dos temporadas consecutivas ganándola, el Real Madrid les dió un golpe de realidad
Plantilla corta
La mala gestión de la junta directiva ha resaltado en exceso esta campaña. Sin ir más lejos, en la última jornada de Liga, el conjunto azulgrana tenía a tres jugadores de campo y dos guardametas en su banquillo. El filial se jugaba el ascenso y no ha podido contar con sus futbolistas clave debido a que tenían que estar en el primer equipo. Situaciones como esta refleja el caos que vive el Barcelona.
Lesiones
Otro factor que entra dentro de tener una plantilla corta, es el posible riesgo de quedarte sin efectivos. Precisamente, al Barça le ocurrió. Luis Suárez andaba renqueante y no es algo que venga de esta temporada. El uruguayo ya daba síntomas de estar lastrado por su rodilla y tuvo que pasar por quirófano. Dentro de lo que cabe los culés han tenido ‘fortuna’, ya que el parón permitió a Suárez poder reaparecer este curso. Mientras el charrúa se rehabilitaba, al Barcelona le urgía un ‘9’.
Desde la llegada de Suárez, la directiva no se preocupó en buscar un reemplazo o un sustituto de garantías, y esta temporada se ha encontrado con un problema. Corría el mercado invernal y los blaugranas estaban sin un ‘9’ para el tramo más importante del año. Picaron a la puerta de media Europa, haciendo rídiculo tras rídiculo y mostrándose desesperados por fichar a alguien. Una imagen deplorable para un club de un estatus tan alto como el FC Barcelona.
Sergi Roberto, Dembélé y Umtiti pasaron buena parte de la temporada en enfermería, y eso acortaba aún más el plantel.
Irregularidad
Solamente se ha podido ver a un futbolista regular por línea. Todos estuvieron a un nivel más bajo del habitual y en muchas actuaciones se pudo apreciar.
La defensa
Los últimos años, el Barça se ha caracterizado por tener una defensa endeble y esta campaña ha llegado a su punto más álgido. Ter Stegen ha sacado de apuros al Barça en multitud de ocasiones y de lo poco que se puede rescatar de la zaga azulgrana, es a Lenglet. El galo estando dos temporadas en el club, ha demostrado seguridad y jerarquía en los encuentros jugados.
Piqué estuvo correcto en ciertos tramos de campaña, al igual que Jordi Alba, pero con futbolistas de este calibre no se deberían encajar tantos goles. Umtiti ni está, ni se le espera. Sus problemas de rodilla están frustrando a la afición barcelonista y su poco rendimiento en el campo, hace plantear una posible venta.
Cambio de entrenador en pleno curso y sin una clara idea de juego
Ni con Valverde, ni con Setién. En la etapa del Txingurri consiguieron ganar dos títulos ligueros, perdiendo en encuentros clave y haciendo un juego muy distinto al que el Barça lleva haciendo estos últimos años. Una derrota en la Supercopa de España, le terminó por crucificar y los jugadores no parecían contentos con dicha decisión.
En enero, llegó Setién al banquillo azulgrana, proponiendo utilizar más cantera y rescatar la esencia que llevó al Barça a la élite. Recuperaron la posesión, aunque tocaban el balón sin profundidad y la utilizaban de forma inútil, simplemente para protegerse. Un fútbol muy plano, que tampoco gusta a la afición.
Ruptura directiva-jugadores
Bartomeu, Abidal y compañía tomaron una serie de decisiones con la llegada de Setién, que no acontentaron ni mucho menos. Dejaron escapar a futbolistas como Aleñá, Todibo, Carles Pérez… Dejando así una plantilla sin fondo de armario.
Hace unas semanas también creó revuelo el trueque entre Pjanić y Arthur, simplemente para cuadrar cifras. El brasileño se sintió como mercancía y lo que parecía ser un futbolista con una inmensa proyección en Barcelona, se quedó en un negocio.
Hay que sumar también el ataque de Abidal al equipo, los rifirrafes entre Setién y Messi, las declaraciones del capitán tras el encuentro entre Osasuna admitiendo que no hay plantilla para trinufar en Champions y lanzando dardos a la directiva en general. Actualmente todos tienen el objetivo en mente de conseguir la ansiada sexta, y eso podría apaciguar la furia. Pese a que el club sufre una crisis institucional y deportiva, estarán más unidos que nunca por este objetivo.
Los fichajes no han dado sus frutos
El FC Barcelona se quedó a las puertas del triplete el pasado año. Tenía todo viento en popa, pero en dos partidos tiró todo por la borda. Por ello, gastaron 273 millones de euros para dar aire fresco a esta plantilla.
Antoine Griezmann
Llegó uno de los mejores futbolistas del mundo y del campeonato español, como es Antoine Griezmann. Abonaron su cláusula de 120 millones, con las esperanzas de hacer olvidar a Neymar.
Tuvo un inicio donde se le veía desubicado y teniéndole solamente a él como referencia en ataque y anotó un doblete ante el Betis, además de abrir la lata en momentos importantes. No hay que olvidar que es su primera temporada en Can Barça, jugando en una posición diferente. Hay que darle un tiempo de adaptación, aunque estadísticamente no tenga malos números.
El galo ha sido una auténtica montaña rusa, que jugando de extremo izquierdo tenía poco contacto con el balón y hacía el trabajo sucio, empero, cuando ha jugado en su posición se apreciaba un Griezmann más metido en el juego.
Frenkie de Jong
Una de las revelaciones de la 18/19, fue Frenkie de Jong. El holandés es un aficionado del Barcelona y del ‘Cruyffismo’, parecía que era la incorporación perfecta. No obstante, no fue así, pero aún tiene tiempo para demostrarlo. El plano juego del Barça no le ha beneficiado y no ha terminado de explotar sus virtudes. Tampoco disputó muchos minutos como pivote y se esperaba más de él.
Junior Firpo
Partícipe de un gran Betis del mismo Quique Setién, que sonrojó a un Barça en su mismo feudo. El lateral zurdo venía para disputarle el puesto a Jordi Alba y no ha cuajado para nada. Muy precipitado en diversas ocasiones y una notoria falta de confianza.
Neto Murara
Cillesen tenía cautivada a la afición. Todo un profesional, dentro y fuera del campo. Cuando tenía que salir al campo salía y si estaba en el banquillo tampoco protestaba. Neto ejerció un papel similar e hizo paradas de mucho mérito, pero la defensa tampoco le ha acompañado y simplemente salió en partidos irrelevantes.
Martin Braithwaite
No fue el fichaje más esperado. Ha acabado convenciendo gracias a su sacrificio y compromiso en el campo. Apenas cuenta con oportunidades, y poco se le puede pedir al danés.
La famosa “Messidepencia”
Un año más Messi ha tenido que salvarle los muebles al Barça. Empezó más tarde que el resto y tuvo que arreglar el desastre. Pese a ello, este Messi ha sido el peor de los últimos años. Hablando de registros goleadores e irregularidad, sigue siendo diferencial, consiguiendo batir el récord de asistencias de su ex compañero Xavi y haciendo historía afianzándose con el séptimo Pichichi. Esta temporada se ha podido ver a un Messi más frustrado de cara a puerta y muy crítico con el juego del equipo.