El Getafe ha cuajado una gran temporada, la cual terminó con sabor agridulce tras la no clasificación a Europa
Los azulones pueden estar orgullosos de la gran temporada que han realizado. Un octavo puesto bastante merecido, dejando muy lejos el drama del descenso y con una gran oportunidad de haberse metido en competición europea.
La temporada para el equipo madrileño empezó de forma muy irregular. Los resultados no llegaban, registrando 3 empates y 1 derrota en las cuatro primeras jornadas. No sería hasta la jornada 8 cuando los de Bordalás desplegaron todo su fútbol, encajando varias victorias consecutivas.
Una vez que el Getafe entró en calor y se cogió el ritmo de competición, los resultados llegaron solos y se pudo ver a un gran equipo, que competía contra cualquier rival. En la jornada 23 los azulones asaltaron el tercer puesto y desde entonces, los muchachos de Bordalás no bajaron el acelerador.
Muchos hablaban de la Champions, otros de que Europa estaba más que asegurada. El Getafe, sin quererlo, se había posicionado entre los grandes del fútbol español. Peleando en una liga que no era la suya, pero luchaban con tanta garra y seguridad, que más de un aficionado se ilusionó.
Tras tocar el cielo, el Getafe y sus aficionados se encomendaron a terminar la liga de nuevo en puestos europeos. La Champions era un mero espejismo, pero los sueños se pueden cumplir. Ese sueño fue real durante mucho tiempo, pero llegó el parón tras el Covid-19.
Esa fecha significó la decadencia de un equipo que aspiraba a todo. Los resultados en la liga fueron realmente pobres tras la vuelta. Era como un recuerdo de los inicios ligueros. Si rebobinamos un poco, veremos que los resultados eran muy parecidos. Un equipo sin ritmo que cuajaba resultados muy discretos.
La única alegría que tendrían los madrileños sería la victoria sobre la Real Sociedad, un resultado que de poco valió. Los azulones no consiguieron volver a ganar y eso hizo que el Getafe dejara en bandeja de plata la Europa League a la Real Sociedad y Granada.
¿Decepción? Ciertamente, no habría que estar decepcionados. El Getafe jugó más de media temporada en unas posiciones que no son las suyas. El Getafe peleó contra viento y marea. Hizo historia en la Liga y en la Europa League al eliminar al Ajax. Nadie puede hablar de una temporada decepcionante.
Simplemente, los de Bordalás han dejado tan buenos resultados, que todo el mundo se ha pensado que de la noche a la mañana el Getafe se convertiría en un equipo TOP. La temporada ha sido increíble en todos los aspectos, buena posición liguera y una gran Europa League que todavía debe disputar.
Getafe y sus aficionados han disfrutado de una gran temporada, con sus altibajos, pero muy entretenida de ver. Los equipos pequeños son así, y aunque durante mucho tiempo el Getafe caminó entre gigantes, el desenlace de la temporada ha dejado un sabor un tanto amargo entre la afición. Ahora sólo queda la Europa League y pensar en la próxima temporada. Los azulones seguirán dando guerra, y ojalá ver de nuevo un equipo tan aguerrido y rocoso. Gran temporada del Getafe, el cual todavía tiene cosas que decir.