Dmitry Piterman fue el empresario que llevó a la ruina al Deportivo Alavés, multiplicando las deudas del club hasta 23 millones de euros
Todo empezó en 2004, cuando el empresario estadounidense decidió comprar el Deportivo Alavés. Formó una plantilla para ascender a Primera División, fichando a jugadores como Bodipo, Bonano o Lluís Carreras. Chuchi Cos fue el técnico babazorro con el que consiguieron el ascenso a Primera División.
2005-2006, el principio del fin
La temporada en la que el Alavés volvía a Primera División, el Alavés llega a tener 3 entrenadores a lo largo de la temporada. Esto se debe a la mala relación del propietario con los técnicos, sumado a que ellos se negaban a acatar las incongruentes órdenes del estadounidense. El equipo acaba descendiendo a Segunda División.
El alavesismo contra Piterman
Instituciones, afición e incluso la plantilla habían empeorado su relación con Piterman. Esto se multiplicó por diez cuando el propio Piterman llamó gentuza a la entidad “Sentimiento Albiazul”. Tras esto, el empresario amenaza con querellar al ayuntamiento de Vitoria.
La relación de todo el club con Piterman se convertía en insostenible, hasta tal punto en el que el propio presidente llegó a amenazar físicamente a Lluís Carreras, con todo el vestuario delante. Días más tarde, Lluís Carreras fue despedido sin motivo alguno.
Después de aquel suceso, Piterman seguía haciendo lo que le venía en gana. Impago de nóminas y cargos económicos personales a las cuentas del club eran el entretenimiento del estadounidense al cargo del club. Cuando Dmitry Piterman abandonó el club, las deudas se habían multiplicado de 3 a 23 millones de euros.
Marzo de 2007, hasta nunca Dmitry
Tras mucho tiempo de manifestaciones, protestas y lucha, la afición del glorioso tendría al fin una muy buena noticia. Piterman había sido condenado y abandona el Alavés, un grupo inversor compró el 51% de las acciones del club y se hacía al cargo del equipo babazorro.
Piterman, cada uno recoge lo que siembra
En 2008, un juzgado de Vitoria ordenó el embargo de todos los bienes del empresario en España, con la intención de hacer frente a los más de 13 millones de euros que el empresario malgastó a las órdenes del club.
Al año siguiente, en 2009, un juez ordenó el pago de 120.000 € del empresario. Esto se produjo dado que Piterman había cargado varios gastos de ese valor a las cuentas del club. Luego en 2012, un juzgado le condenó a indemnizar al Deportivo Alavés con 7 millones de euros.
Finalmente, en 2017, un juzgado de instrucción de Vitoria ordenó el arresto internacional de Dmitri Piterman.