Julen Lopetegui ha corregido algo que parecía una utopía en el Sevilla, terminar la temporada solo con una expulsión
Atrás quedaron esos años donde cada semana había un nuevo expulsado, como si de Gran Hermano se tratara. En la temporada 12/13 el Sevilla terminó la liga con 14 tarjetas rojas y 106 amarillas, en la 09/10 terminó con 10 rojas y 107 amarillas, unos números que podrían catalogarse como exuberantes para un equipo como el Sevilla.
Sí que es cierto que por aquella época no había VAR y algunos árbitros tendían a ser más o menos permisivos dependiendo del color de la camiseta, pero debates arbitrales aparte, el Sevilla por aquel entonces era un equipo con demasiada “Garra” con jugadores como Fazio, Maduro, o el más conocido Gary Medel; por algo le decían el “Pitbull”.
Este Sevilla ha demostrado que tiene una gran solidez defensiva, con su triángulo de Champions formado por Koundé, Fernando y Diego Carlos. Estos tres destacan por la seguridad que transmiten y por cómo se entienden a pesar de ser su primer año.
Una sola roja ha tenido el equipo de Julen Lopetegui. 19 partidos sin perder, 17 partidos con portería a cero, y con solo una roja, demuestra que el Sevilla es un equipo muy bien construido y muy bien trabajado. Entrenado para que sea intenso, rocoso, un equipo feroz, incluso podría decirse que agresivo en el buen sentido de la palabra, porque pocos equipos hacen presión como el conjunto blanquirrojo. Son el tercer equipo en recuperaciones de la posesión.
En resumen, se nota que este equipo tiene un gran entrenador detrás, un entrenador al que le han dado palos de todos los colores, pero que ha cambiado las críticas por aplausos y que se erige como uno de los mejores entrenadores de Europa. Si algo podemos tener claro de Lopetegui, es que no quiere rojas.