Con la posible llegada de Ronald Koeman al Barça es momento de analizar como trabaja y como podría hacerlo en el Camp Nou
Mucho ha pasado desde que ese defensa neerlandés diese la primera Copa de Europa al Barça con un testarazo a balón parado. Ese mismo aguerrido central ha aprendido mucho (con el chándal y el traje) y ha demostrado que es uno de los mejores entrenadores de la actualidad. Esto se ha visto reflejado en su etapa como seleccionador, porque previamente nunca había sido capaz de lograr grandes cosas, pues todos sus éxitos se desvanecían bajo la sombra de sus errores.
Llegó a Holanda en abril de 2018, para cambiar la dinámica de una selección hundida, pues acababa de perder el viaje a Rusia (ya había sido la gran ausencia de la Eurocopa de Francia). Solo 20 partidos han bastado para comprobar que es un auténtico maestro en cuanto a táctica se refiere. Ha aprovechado todas las cualidades de una generación que, más allá de los grandes nombres presentes, parecía abocada al fracaso.
Jasper Cillessen era suplente en el FC Barcelona. Ahora lo es en Valencia, y aún así no ha dejado de ser el titular (y por méritos propios) de los tulipanes. La palabra es confianza: el ex jugador del Ajax se siente cómodo en ese bloque y confía en su defensa, lo suficiente para conceder ciertos huecos o ser el encargado de repartir el balón a la primera línea de juego. Es su balón el que da profundidad al equipo, buscando en largo a De Ligt o Wijnaldum, quien suele conformar un doble pivote con De Jong, en el que claramente el jugador del Liverpool tiene mucha más libertad.
La importancia de Frenkie
Aún así, el 21 del Barça también es un jugador vital para Koeman. En un mismo partido llegamos a verle como enganche (o segundo punta) y como central. De Jong funcionaba como ese comodín que jugase donde jugase siempre funcionaba y era el hombre del partido. Se asentó en el doble pivote con Wijnaldum, aunque esto no implica que el seleccionador dejase de jugar con la posición de Frenkie. Un De Jong que en su primer año en Barcelona se ha encontrado desorientado, pues no ha podido ocupar su posición ideal y se ha arrastrado por el campo intentando apoyar a los jugadores cercanos, aunque eso no se estilaba en Can Barça.
En el subcampeón de la liga española, Pjanic podría ser el “Wijnaldum” de turno. Jugador que cumple en ataque y defensa, aunque claramente desplazado de su posición original. El serbio no cuenta con las mismas características que el holandés, aunque en este sentido De Jong podría apoyar a Pjanic para que estas carencias no reluzcan tanto. A su vez, la importancia de la defensa de 3 reside en dar libertad a los pivotes, una figura que suele acabar incrustada en la defensa para apoyar a los centrales.
¿Qué pasaría con Messi?
En ataque, Messi debe volver a jugar por dentro. Koeman (si llega al Barça) podría confiar en el argentino como ese jugador con libertad en ataque, sin tantas exigencias en defensa y con muchos metros libres. Quizá, el que debería trabajar más es Antoine Griezmann. El francés encaja mucho más en lo que representa un 9 para Koeman que Luis Suárez. El ex colchonero huele mejor el miedo en la defensa rival y está acostumbrado a presionar durante buena parte del partido gracias a la formación de Simeone. Esta dupla podría rendir muy bien si es apoyada por la directiva, que debería confiar en Koeman y no imponer salidas y llegadas que condicionasen su juego.
En definitiva, este bien podría ser el sistema de Koeman de darse su llegada al FC Barcelona. Los fichajes deberían ser dos carrileros/volantes y un central si el holandés lo consideera necesario. De no ser así, Umtiti, Todibo o Araujo podrían ocupar ese tercer espacio. Para los carriles, otras opciones podrían ser Junior Firpo o Sergi Roberto por su polivalencia, eso sí, como suplentes o relevos, y no como primera opción. Si acaban siendo la primera opción de Koeman será cambiando mucho su juego, pues el ex técnico del Valencia es muy exigente con los volantes (especialmente con su trabajo a lo largo del partido).
