Romario, uno de los delanteros más míticos de la historia del fútbol, que dejó grandes momentos dentro del campo, pero también grandes polémicas fuera
Conocido como ‘O Baixinho’, el brasileño Romario de Souza es considerado uno de los grandes delanteros centro que brilló a finales de los 80 y a principios de los 90. Se le recuerda por haber logrado alzarse con el Mundial del 94, por sus maravillosos goles en el Barcelona, pero también por los conflictos que tuvo con el club blaugrana y Johan Cruyff, e incluso con Luis Aragonés en su paso por el Valencia.
Era un brasileño en estado puro. Amante de la noche y de las fiestas, y como otros compatriotas, no tuvo una buena despedida en Catalunya. Véase lo que sucedió posteriormente con jugadores como Ronaldo, Neymar, y recientemente con Arthur. Quizá es que la relación entre Brasil y Barça nunca ha sido fácil, pero hoy nos centramos con contaros la historia de Romario.
Inicios en Brasil y goles en los Países Bajos
La carrera profesional de Romario empezó en el Vasco da Gama en 1985. En Brasil se había empezado a gestar a todo un delantero goleador. Marcó 11 goles en sus primeros 28 partidos. Sus cifras crecieron un año después, con 29 tantos en 48 encuentros siendo máximo goleador del torneo.
En su tercer año fueron 24 los goles que anotó, y en 1988, antes de llegar a Europa marcó 16. Ganó un total de 5 títulos correspondientes a campeonatos regionales (dos Taça Guanabara, dos Campeonato Carioca y una Taça Rio). Además en 1987 logró debutar con la Selección de Brasil absoluta, aunque antes ya había pasado por las categorías inferiores.
Conociendo esos datos, el PSV Einhoven de Guus Hiddink recién campeón de la Copa de Europa, cazó a uno de los mayores talentos internacionales. Duró cinco años en los Países Bajos, y ahí seguiría destacando por sus goles. Sumaria 165 goles en 163 partidos entre todas las competiciones, y se alzaría con tres Ligas y dos Copas. Romario se marchaba del equipo, porque el Barcelona de Johan Cruyff llamó a su puerta pagando 12 millones. El club blaugrana además acababa de ganar su primer gran título europeo con el famoso gol de Koeman en Wembley.
El Dream Team, el Mundial y los conflictos
En ese momento el Barcelona era uno de los mejores equipos europeos, su juego era brillante, y contaba con un once repleto de grandes jugadores. Zubizarreta, Stoichkov, Laudrup, el mismo Koeman, Guardiola y Bakero eran varios de ellos. Ahora llegaba un brasileño, hecho hombre ya, 27 años, que aportó muchos goles, pero caos al mismo tiempo.
En su primer año se alzó como la estrella del equipo. 30 goles en 33 partidos de liga, ganado el Pichichi. Hizo además cinco hat-tricks, uno de ellos en un famoso 0-5 al Real Madrid. Aún Rafa Alkorta recordará como le rompió con una cola de baca. Y es que fue el mejor Romario visto, una calidad insuperable. Vaselinas inalcanzables, gran habilidad para girar sobre si mismo, en resumen, un jugador de los que pocos había.
Su primera temporada terminó de forma amarga, cayendo en la final de la Copa de Europa en Atenas por 4-0 ante el Milan de Fabio Capello. Aun así Romario lideraría a Brasil en el Mundial de este mismo verano que se disputaría en Estados Unidos. Fue así como con la dupla Romario-Bebeto llegó a la final, y tras un 0-0, los penaltis se decantaron para la selección carioca. La Italia de Arrigo Sacchi se quedó sin vencer, y allí fue cuando empezaron los problemas entre el Barcelona y su jugador estrella. En tan solo un agosto pasó de ser amado a repudiado por su propia afición. La cosa es que Romario se autoregaló más de 20 días de vacaciones, con la excusa de que las merecía tras ser campeón de Mundo. Cruyff había citado la plantilla el 1 de agosto, pero el rebelde goleador no volvió hasta el 23.
Finalmente regresó, pidió perdón, pero esos días de fiesta en Brasil marcaron un antes y un después para el jugador. En esa temporada no dio el rendimiento que se esperaba, y en enero finalmente abandonó el cuadro blaugrana y regresó a su país natal. Ya había pasado muchos años fuera, en un frío Eindhoven y en una Barcelona con la disciplina de Cruyff. El Flamengo fue su siguiente equipo. Allí podría disfrutar a sus anchas y compaginar los goles con la fiesta. Entre 1995 y 1996 marcó 70 goles en 83 partidos, y esos datos le valieron regresar a España, esta vez para defender al Valencia.
El Sabio de la Hortaleza, Valdano y fútbol brasileño
El Valencia de Luis Aragonés era su nuevo equipo, pero su impropia conducta y sus modales le crearon problemas con el Sabio de la Hortaleza, y pese a sus habilidades, regresó cedido al Flamengo. Sin embargo en 1997 llega al banquillo Jorge Valdano, quien decide repescarlo prometiéndole libertad.
Romario se encontraba con ganas en un año pre-Mundial, y con la plena confianza de su entrenador, pero la cosa se complica con cuando se lesiona. Justo es baja al inicio de temporada, el Valencia pierde sus primeros partidos, y Valdano es destituido y Ranieri lo sustituye. El italiano, con un estilo distinto a su predecesor, apenas le dio oportunidades al brasileño y este volvió a Flamengo.
El proyecto del Valencia se rompió, pero Romario continuó con su carrera. Dos años en Flamengo, regreso al Vasco da Gama y un pequeño periodo en Fluminense fueron sus siguientes equipos. Los goles continuaron cayendo, además también cabe destacar su buen rendimiento en la Selección, formando una gran dupla con Ronaldo. Eso sí, se perdió el Mundial del 98 por una lesión.
Poco a poco pero se entreveía el declive de un futbolista que pasaría por Catar, de nuevo por el Vasco da Gama, Miami, Adelaide United y por último America do Rio. Colgó las botas en 2009 a la edad de 42 años y luego empezaría su carrera política tras haber sido condenado a prisión y otras historias ajenas al fútbol. En resumen, un jugador que maravilló, tuvo unos años muy buenos, pero que representa a varios futbolistas del Siglo XX con problemas extradeportivos y de indisciplina.
