El club blaugrana cae por la mínima pero con la cabeza muy alta tras poner las cosas difíciles a un equipazo como el Wolfsburgo
Anoeta vivió una cruel eliminación. El Wolfsburgo logra ganar ante el Barcelona gracias a un gol de Rolfö. Las blaugranas jugaron un gran partido, y no merecieron perder, fueron muy superiores, pero la falta de acierto pasó factura. El Barça se queda a las puertas de la final, y serán las alemanas quienes lleguen. A parte de su experiencia, aprovecharon sus pocas ocasiones, y el partido se decantó para el lado de las lobas. Nos quedamos sin nuestro representante español en Champions, pero el torneo sigue, y veremos qué equipo francés se enfrenta al Wolfsburgo.
Ambos equipos salieron al campo con sus mejores futbolistas, como era de esperar. En can Barça, la única novedad era Mariona Caldentey, que entraba como titular en detrimento de Lieke Martens. La holandesa, hizo un gran partido ante el Atlético, pero llevaba mucho tiempo parada por su lesión. Además Caldentey fue clave en cuartos dando otro ritmo tras su entrada, y Lluís Cortés quiso premiarla. En cuanto al Wolfburgo, jugadoras importantes se mantuvieron de inicio, pese a dos pequeños cambios.
Mucho dominio, pero falta de gol
Desde que el balón echó a rodar, el Barcelona se hizo con el dominio. El Wolfsburgo, más replegado dejó jugar a las blaugranas, y en los primeros minutos llegaron acciones de peligro. Lo intentó Graham Hansen, que se enfrentaba a su ex equipo, pero no estuvo acertada, y poco después, en una gran acción de Putellas, llegó un córner que puso polémica al encuentro. Rondaba el minuto 12, y en ese centro, Hendrich tocó el balón con el brazo claramente, pero la colegiada no señaló penalti. El Barcelona se mantuvo en el partido, con la intención de cortar el juego vertical alemán ejerciendo presión en la salida de balón, pero no materializaban sus llegadas. Además las lobas no lo ponían fácil y se resistían.
Pese a algún intento de contrataque del Wolfsburgo, el partido se marchó al descanso con empate, y con el partido un tanto trabado. La mejor fue sin duda la noruega Hansen, que no paró de insistir e intentar romper la defensa. Le puso buenos balones a Oshoala, además tuvo una gran ocasión, pero faltó acertar. Harder también dejó detalles, pero tampoco estuvo activa lo suficiente para poner en problemas a la sublime defensa blaugrana. Ni Mapi, ni Andrea Pereira, ni Sandra Paños tuvieron faena, por lo que el Barça llegaba al descanso con buenas sensaciones.
Empezaba el segundo tiempo con la balanza que se decantaba por el Barça. Pero tuvieron mala suerte. Primero Sandra Paños salvó sobre la línea un mal despeje de Mapi, luego Graham perdonaba ante Friederike Abt, y las blaugranas lo acabaron pagando. Rolfö abrió la lata tras aprovechar un balón que se quedó muerto en el área. Aun así, pese al gol recibido, las blaugranas no bajaron la cabeza. Mariona Caldeney fue otra que falló, y ni la entrada de Aitana Bonmatí ni de Lieke Martes permitiría igualar el encuentro. Poco a poco el tiempo se consumió, y el sueño culé murió.
El fútbol es cruel
Había mucha ilusión puesta en estos partidos. Costó y se sufrió ante el Atlético, y pese a que el Barça superó la eliminatoria, llegó un Wolfburgo que sobretodo tuvo fortuna. No es por desmerecer el trabajo de las alemanas, pero es que el Barça mereció la victoria. Fueron superiores de principio a fin, pero faltó el gol. Es lo único a reprochar a las blaugranas, porque en el resto, estuvieron excelentes. Lo bueno es que las derrotas te hacen más grande, y el Barça aprenderá. Ya mejoraron mucho tras su inferioridad en la pasada final de Budapest, porque han demostrado poder competir contra clubes de nivel.
El Wolfburgo por su parte, deberá esperar a su rival. Lyon y PSG se enfrentarán en San Mamés en un gran partido. Las vigentes campeonas llegan con el cartel de favoritas, pero las parisinas quieren completar su gran año y por fin ganarle al Lyon. Han competido tanto en Liga como en Copa, por lo que es un rival de lo más complicado, y más sabiendo como fue el partido Lyon-Bayern. Para el Wolfsburgo, cualquier rival es bueno, porque tan solo piensan en volver a lo alto de Europa, y repetir las gestas que lograron en 2013 y 2014.