Diversos factores están condicionando negativamente el éxito del Atlético. En caso de fracasar de nuevo, el esloveno escucharía ofertas
¿Se le queda pequeño el Atleti?
Dicha cuestión resuena cada campaña en Madrid. Desde que recaló en el combinado rojiblanco, su rendimiento está siendo excepcional, hasta el punto de llegar a depender de sus paradas. Es impropio que el mejor jugador del equipo sea el guardameta, no obstante, en el Atlético ocurre. El Metropolitano tiene una estrella y se encuentra bajo los tres palos.
El ex arquero rojiblanco y actual meta del Real Madrid -Thibaut Courtois- le arrebató el trono. Tras haber campeonado en el Trofeo Zamora durante cuatro campañas consecutivas, su reinado tocó techo la última temporada. Disputó las 38 jornadas, donde encajó 27 dianas -7 más que Courtois-. Si en una faceta despuntaba el cuadro colchonero, era en su ferrea zaga defensiva. Sin embargo, este año no han conseguido destacar ni en su especialidad, además de cosechar un curso en blanco.
En el último lustro, de aquella final de Champions en Milán, pasaron a ganar una Europa League y una Supercopa. La decadencia es más que evidente, sobretodo de 2018 hasta día de hoy. Con su estadio como sede de la final, fueron remontados en octavos de Champions. La calamidad no terminó ya que en la previa edición, tras completar una histórica hazaña en Anfield con Oblak vestido de héroe, cayeron ante el rival más endeble de la final a ocho.
Omitir dichas actuaciones es una labor ardúa, debido a que regionalmente también fueron deplorables. En campeonato liguero, individualmente Oblak cumplió de manera sobresaliente. No obstante, al meta esloveno no le bastan los éxitos particulares sino que desea codiciarse el primer lugar.
Desde su incorporación al Atlético de Madrid, ha obtenido dos subcampeonatos y vio la tercera plaza en cuatro ocasiones. La distancia en esta última fue más que considerable, dejándose puntos por doquier y desentendiéndose rápidamente de la pugna por el trofeo.
Mencionando trofeos, no se nos puede olvidar la Copa del Rey, donde un equipo que actualmente milita en Segunda División -Girona – les sentenció en su propio feudo. En la anterior temporada, el ridículo fue más allá. La Cultural y Deportiva Leonesa -conjunto de Segunda División B – en dieciseisavos, puso punto y final al trayecto de los Atléticos en la Copa. Oblak no participó en dichas sonrojantes eliminaciones, pero es un factor que reduce las posibilidades de acrecentar su palmarés colectivo.
La jerarquía es un hecho que ya circula por sus venas y se ha mostrado muy crítico, con ambición de mejorar. En caso de que la situación proseguiese, los mejores clubes harían fila india para hacerse con sus servicios.
Arrancando como se finalizó
La marcha de pesos pesados, campañas en blanco y la lastimosa gestión deportiva, agotan la paciencia de Jan. Desembolsaron en Suárez para solventar las carencias ofensivas, pero la compostura es la misma. Fue crucial para salvarle los muebles al equipo frente al Villarreal en el pasado enfrentamiento de La Liga y continuó crítico con el plantel.
Desde Londres enviaron una oferta de 100 millones de euros, precio más que justificable para un guardameta de su estatus. Esta temporada determinará un destino juntos o lejos del Metropolitano.