Hoy cumple 32 años y no es ni la sombra de aquel talentoso futbolista que militó en las filas del Werder Bremen y Real Madrid
Asalto a la élite
De padre alemán y madre turca, Mesut labró su futuro futbolístico en el país teutón, concretamente en las categorías inferiores del Schalke 04. A nivel profesional apenas obtuvo tiempo para encandilar al conjunto Die Knappen, debidoasu efímera estancia en la primera plantilla. Recaló en 2005 y contaba con un contrato vigente hasta 2009. Los directivos alemanes no mostraron interés en seguir contando con Özil, y en 2008 puso rumbo al Werder Bremen. Combinado donde irrumpió de manera inverosímil, llegando a repartir 29 asistencias en su segunda campaña bajo la elástica verdiblanca.

Para poner la guinda al pastel a un curso plétorico, en el Mundial de 2010 se consagró como una de las sensaciones de la Die Mannschaft. Por consecuente, Florentino quedó cautivado con las actuaciones del alemán y desembolsó 18 millones para hacerse con sus servicios. Precio más que amortizado y que posteriormente, acabaría siendo una auténtica ganga.
Salto al estrellato
Fichar por el Real Madrid es dar un paso gigantesco. Pertenecer al equipo más laureado del mundo conlleva estar constantemente en el punto de mira, y con tan solo 22 años puede llegar a ser un peso insostenible. Multitud de talentos que recalaron en la capital, terminaron arruinando su carrera. Es por ello que sentimientos de incertidumbre acechaban el Santiago Bernábeu.

Su breve trayectoria en el fútbol profesional, no fue obstáculo alguno. Una vez vestido de blanco manifestó: “No tengo miedo, sé cual es mi potencial”. Dicha oración quedó enmarcada en los corazones madridistas, que en cuestión de minutos se quedaron prendados con el talento que Özil atesoraba.
Tras aquel desembolso millonario de 2009 y con José Mourinho a los mandos, el Real Madrid se marcó como objetivo detener la etapa dorada del eterno rival y realzar su caché europeo de nuevo. En su temporada de debutante, anotó 10 tantos y proporcionó 29 asistencias. Pese a que solamente levantó la Copa del Rey, remontaron el vuelo, llegando a semifinales de Champions League y cosechó estadísticas sobresalientes.
No tardó en recibir la ‘10’ y mantuvo los números del año anterior. En cuanto a nivel colectivo, los blancos se quedaron de nuevo a las puertas de la ansiada final. No obstante, amasacraron regionalmente y conquistaron la conocida “Liga de los récords”.
Fría despedida
Contra todo pronóstico, su último baile tendría lugar en su tercera temporada de blanco. El mago de Öz prosiguió deslumbrando con su brillante habilidad técnica, aunque una serie de factores condicionaron su futuro. En primer lugar, la salida del técnico portugués. Tras haber hecho un curso en blanco, Carlo Ancelotti sustituyó a José Mourinho. Las discrepancias con Florentino, acabaron por terminar su relación como merengue. Özil exigía una mejora de contrato y las oficinas madridistas se cerraron en banda.
Por ello, no terminó sus cinco años acordados en 2010 e hizo las maletas rumbo a Inglaterra. Recaló en las filas del Arsenal por 47 millones de euros. Derrochó ilusión por doquier aunque nunca llegó a cumplir las expectativas puestas en él. Un par de molestias musculares en la recta final de la temporada, truncaron su rendimiento. Para cerrar el drama, en competición europea los ‘gunners’ fueron eliminados en la tempranera fase de octavos de final y el Real Madrid ganó su décima orejona. El fútbol remendó el castigo que recibió Özil y tocó la cúspide de este deporte, conquistando el Mundial celebrado en 2014.

El jugador alemán no cayó en la cuenta del frío que podía llegar a hacer fuera del Madrid y las peores noticias estaban por llegar. Las lesiones no se comportaron con Özil y todas las molestias que no padeció en el conjunto vikingo, las sufrió en Londres. De entrada, una rotura de ligamento cruzado mermó el nivel de Mesut. Apenas llegó a los dos dígitos en la faceta de asistente -acontecimiento insólito en él- y en su reinicio estuvo un tanto intermitente en el juego.
Se apagó la barita
El virtuoso mediapunta teutón consiguió resarcirse de sus cenizas, y apenas le faltó una asistencia para igualar el icónico récord de Thierry Herny en Premier League.
En 2016, junto a Alexis Sánchez, conformó una de las duplas más letales del país y parecía dar síntomas de haber recuperado su mejor versión. Aunque cerraron la temporada con una FA Cup bajo sus brazos, el ridículo global sufrido en Champions por 10-2 ante el Bayern, decantó a la entidad británica por cesar a Arsène Wegner. El entrenador francés pondría punto y final a su etapa como técnico gunner, y dicho acontecimiento fue uno de los artífices del apagón de Özil.
Emery aterrizó al Emirates tras la marcha de Alexis Sánchez y comenzaron a dejar de jugar Champions para disputar Europa League. Era más que palpable el descontento de Özil con la situación que estaba atravesando el club y en las oficinas decidieron renovarle. Pasó a ser el futbolista mejor pagado de la plantilla, llegando a cobrar 400.000€ brutos por semana. Económicamente, Mesut sonreía pero futbolísticamente no. Ese mismo curso, se despidió por la puerta de atrás del combinado alemán, tras sufrir innumerables críticas por el catastrófico Mundial realizado.

En los dos últimas campañas, en cuanto a jugadores ha habido multitud de idas y venidas, cambios de técnico y la institución está en horas bajas. Mismamente que Özil, que cuenta con un salario desmesurado -hasta el punto de pagarle el salario de la mascota del club- y actualmente calienta los banquillos del Emirates. No está en los planes de Arteta y actualmente está de baja por molestias en la espalda. Según informa The Athletic, el mediapunta ha recibido un bonus de 9 millones de euros que acordaron en 2018, como signo de fidelidad con el Arsenal.
Al entorno británico, se le ha agotado la paciencia con el jugador e intentaron darle salida este mismo verano. Sin embargo, Erkut Sögüt -agente de Özil- comunicó que cumplirá el contrato que le vincula como gunner hasta 2021. En 7 años, ha ganado 4 FA Cup y 2 Community Shield, pero a nivel internacional ha sido un fracaso estrepitoso. Con 32 años, nadie tiene interés en él y aquella estrella mundial tan sólo es un mísero recuerdo.