La cantera txuri-urdin ha sido el principal proveedor de figuras para el rejuvenecimiento de la plantilla de la Real Sociedad
Es imposible no alabar el trabajo de la Real Sociedad en cuanto a su nuevo proyecto. Si la temporada pasada ya vimos de lo que era capaz la plantilla y de qué palo iba el mapa trazado por Roberto Olabe, este año se confirma que hay un nuevo actor principal en la película. Los guipuzcoanos han querido dar un especial protagonismo a la producción de los últimos años de Zubieta, para así rejuvenecer el grupo, dar un salto de calidad y ser un ejemplo de cómo se debe tratar a la cantera.
El club ha puesto el foco en sus canteranos justo en una época en la que las circunstancias económicas no permiten grandes desembolsos. Se acabaron -por el momento- los fichajes multimillonarios y desorbitados a los que estábamos acostumbrados desde hacía ya años. Las circunstancias exigen que los clubes tomen una vía de la que muchos se habían desentendido y de la que solo algunos podrán sacar una importante tajada. La Real Sociedad es una de esas “afortunadas”. Afortunada entre comillas porque tener jóvenes talentos producidos desde las categorías es toda una bendición, sin duda, pero no es fruto de la casualidad. Forma parte de un plan de trabajo que viene de largo y en el que se ha invertido mucho esfuerzo y dedicación. Y sino que se lo digan a los muchachos.
Real a la casera
Lo cierto es que la plantilla ha quedado muy ‘casera’. Actualmente hasta 16 jugadores de la primera plantilla se criaron en Zubieta. ¡16! Se dice pronto, pero en una plantilla de 26 jugadores la media nos dice que 61,54% de la misma la conforman los canteranos. Además, la gran mayoría de ellos cuentan habitualmente para Imanol Alguacil, y no solo eso, sino que algunos son claves e inamovibles jornada tras jornada.
Algunos como Mikel Oyarzabal o Aritz Elustondo llevan ya varios años siendo importantes en el esquema o formando parte del primer equipo, hasta el punto de que son los capitanes junto con Illarramendi, que se fue al Real Madrid para volver años después a su hogar. Por otro lado, Ander Barrenetxea, Aihen Muñoz o Ander Guevara han explotado en los dos últimos años y poco a poco se están haciendo hueco.
La 19/20, punto de inflexión
La temporada 2019/20 fue el punto de inflexión para el proyecto. Muchos jugadores ascendieron definitivamente al primer equipo para reforzar a la plantilla y se convirtieron en figuras importantes para Alguacil. Aihen, Guevara, Barrenetxea, Zubeldía y Le Normand tomaron cada vez más protagonismo. Además, otros como Merquelanz, Guridi y Bautista salieron cedidos en busca de minutos, y han vuelto esta campaña para quedarse y aportar.
Ahí se encuentra la importancia de una buena formación de las categorías inferiores. La Real Sociedad es un perfecto ejemplo de cómo gestionar la cantera y de cómo convertir a un niño en una estrella para su club. Pocos clubes quedan con tal filosofía y confianza en los suyos.