Siendo el equipo más goleado de la liga esta temporada hasta el momento, la situación del equipo es crítica, yendo últimos y sin haber ganado ningún partido
Desde que el Real Valladolid ascendió a Primera División no ha tenido mucho acierto de cara a puerta. Ha sido uno de los equipos menos goleadores, y la clave estaba en la defensa. Con Calero, Kiko Olivas y Salisu como protagonistas en las dos últimas temporadas, la sólida defensa que formaban salvó al equipo. Sin embargo, este año, sin ninguno de estos tres jugadores, el nivel general del equipo ha caído en picado.
Calero se marchó al Espanyol la temporada pasada, Salisu al Southhampton este pasado verano, y Kiko Olivas sufre una grave lesión que le ha tenido, y le seguirá teniendo, apartado varios meses. Para suplirles se trajo definitivamente a Javi Sánchez, procedente del Real Madrid; a Bruno González, del Levante; y a El Yamiq, del Genoa. Junto con Joaquín, serían la nueva defensa blanquivioleta.
Sin embargo, las lesiones han afectado mucho a esta zona y Joaquín y Javi Sánchez han sido baja en varios partidos. Por tanto, El Yamiq y Bruno han tenido la responsabilidad de mantener sólida la defensa pucelana, algo que no han conseguido. Y, pese a la vuelta de los lesionados, los resultados no han mejorado.
Son once los goles concedidos en siete jornadas, cifra que ningún equipo de la competición supera. Todo esto sumado a la poca eficiencia ofensiva, algo que no ha cambiado con solo cinco goles en siete partidos, hace que el equipo se encuentre último en la clasificación con cero partidos ganados, y solo tres puntos obtenidos en tres empates. Además, por si fuera poco, el Real Valladolid ha encajado gol en todos los partidos hasta ahora, sin dejar ninguna portería a cero.
Fallos defensivos, falta de concentración, errores tontos… todo ello ha dejado al Real Valladolid en una situación crítica y a Sergio González más cuestionado que nunca. El técnico tiene mucho trabajo por delante, y deberá hacerlo bien en los próximos partidos ante el Villarreal y el Athletic Club. Las soluciones tienen que llegar ya si no quiere verse fuera del club.
Si de los errores se aprende, el equipo puede sacar muchas lecciones, y los jugadores son optimistas y confían en revertir esta situación. La concentración y evitar fallos graves que concedan goles fáciles será clave, y es algo que los futbolistas y el cuerpo técnico saben y trabajarán por corregir.