Con apenas 17 años, Jamal Musiala ya se catapulta hacia el estrellato en tan solo seis enfrentamientos vistiendo la camiseta del Bayern
Últimamente, no nos da tiempo a asimilar la fugacidad con la que aterrizan las jóvenes promesas en el primer equipo. Hemos podido ver a futbolistas menores de edad dejando sentados en el banquillo a estrellas de talla mundial. La ambición y los sueños, han demostrado que son capaces de vencer a la veteranía, demostrando así, que la edad tan solo es un número.
El relevo generacional que experimenta el mundo del fútbol, sobrecoge en exceso, hasta el punto de no saber descifrar el límite que impondrán en un futuro no muy lejano.
Raudo viaje por la cantera
En dicha ocasión, hablaremos del mancebo Musiala. Nos remontamos al país teutón en el año 2003, donde concretamente en Stuttgart, nació una auténtica joya futbolística. La exquisita calidad técnica, la visión de juego y el trabajo de equipo que proporciona, le hicieron permanecer por poco tiempo en el TSV Lehnerz Jugend germano.
Jamal abandonó su tierra para despegar hacia Inglaterra, concretamente a Southampton. Su exquisita calidad técnica maravilló al Chelsea, y apenas una campaña le bastó para firmar por el combinado ‘blue’. Bajo la elástica del filial londinense, disputó prácticamente una década y su amor por el país fue de tan inmenso, que se internacionalizó con el combinado nacional inglés.
No obstante, el curso anterior decidió regresar a su tierra. El titán germano puso sus ojos en él y los bávaros terminaron convenciéndole para hacerse con sus servicios. Ingresó en la U-17 para finalizar su primera campaña en la U-19. El mediapunta no parece tener techo y en el arranque de la presente temporada, ya ha tenido sus primeros minutos en el primer equipo.
Actualmente, la diferencia del Bayern de Múnich con respecto a los demás equipos, es más que significativa. Y es por ello que, el mérito de colarse en las alineaciones de Flick, es el doble. Los efectivos en la parcela ofensiva del conjunto muniqués, son insustituibles y ver a Musiala de manera asidua, a priori, apunta a ser una tarea ardua. Sin embargo, Musala ha hecho posible dicho acontecimiento y no ha desaprovechado las oportunidades brindadas por Hans-Dieter Flick. En 6 enfrentamientos y con un rol de revulsivo, ha endosado 2 dianas en 178 minutos.
Nacido para ser un campeón
En un corto lapso de tiempo en el equipo de la estrella del sur, a nivel colectivo ya cuenta con 4 trofeos en sus vitrinas. Al debutar el año pasado dos minutos con el primer equipo, se le adjudicó automáticamente su primera Bundesliga. Mismamente le ocurrió con la Supercopa de Alemania, debido a que participó 7 minutos que fueron más que suficientes para adherirse dicha conquista. Desde el banquillo también sabe levantar copas, ya que sin salir a calentar, fue campeón de la Supercopa de Europa frente al Sevilla.
No obstante, no todos los triunfos son con el primer plantel. En las categorías inferiores en su primer año fue un engranaje vital para alzarse con la tercera liga alemana. A todo ello, añadir que su contrato finaliza en junio de 2022 y los grandes europeos andarán tras su pista.
