El Real Madrid se ha complicado su estancia en una competición que hasta hace no mucho era su ‘favorita’
¿Qué le pasa al Real Madrid en Champions League? ¿No era acaso el ‘rey de Europa’? Son dos preguntas que tanto aficionados madridistas como de cualquier otro equipo se están haciendo últimamente. Y es que parece que el ‘efecto Champions’ se ha esfumado. Parece que ese precioso himno que transformaba a los blancos al salir al campo ahora no les genera nada. Ni un ápice de emoción, de garra. Es como si el Real Madrid hubiese perdido su esencia.
Contra el Borussia Mönchengladbach, el rival de este martes, los merengues recuperaron una de las cualidades que más identidad propia les proporciona. Recuperaron ese espíritu de lucha hasta el final, guiados por el capitanísimo Sergio Ramos, para empatar un partido que perdían por dos goles de desventaja en el minuto 87’. Eso es el Real Madrid en Europa. Aún así, no se puede permitir el lujo de perder ante Shakhtar y empatar ante el Mönchengladbach, con todo el respeto a dos clubes con tanta historia a sus espaldas.
Y ojo, no es cosa de Champions o no. Es que al Real Madrid le falta mucho en cualquier instancia. Fuera de su competición fetiche los blancos también tropiezan, también se equivocan y pierden partidos. Pero sorprende que los chicos no reaccionen como de costumbre a sabiendas de lo corto que puede llegar a ser el torneo continental.
Ya lo han experimentado desde hace dos años atrás. Primero llegó el Ajax de los ‘wonder boys’ a incendiar el Bernabéu. Al más puro estilo de Cruyff, recordando a la generación de los años 70 que se comió al continente y marcó un antes y un después en el juego europeo, el Ajax de De Jong, De Ligt, Ziyech, Tadic y compañía asaltó la ‘Casa Blanca’ con un 1-4 histórico. El Madrid terminó su andadura en octavos, después de haber ganado su tercer título consecutivo (de los 13 que son en total) el año anterior. Luego fue el Manchester City de los petrodólares y de Pep Guardiola, el genio táctico del siglo XXI. 4-2 en el global, y los blancos volvían a quedarse en la ronda de 16.
Y ¿dónde se origina este caos? No hace falta ser muy ágil para adivinar que la marcha de ‘Mr. Champions’ es la principal razón de la vuelta al fracaso. Ese es el punto de inflexión. Antes de la llegada de Cristiano Ronaldo, probablemente el mejor jugador de la historia de la UEFA Champions League, al Real Madrid le costaba pasar de octavos de final. Con su llegada volvieron a clasificarse a semifinales (desde la 2010/11 en adelante jamás bajaron del ‘top 4’) y ganaron 4 títulos. Ahora que se ha ido el portugués la famosa maldición ha vuelto, quien sabe para cuantos años.
Ahora que se han perdido las formas y la referencia arriba es difícil pensar en una nueva hazaña. Sin esa capacidad de crear un gol de la nada no se puede. Sin una idea clara y efectiva de juego, muchísimo menos. Y si además de eso el himno de la Champions League no te cambia la cara, entonces apaga y vámonos. Sin ninguno de esos tres puntos, olvidémonos del ‘efecto Champions’ de antaño.
