A pesar de no haberse llevado los tres puntos, el Valencia puede llevarse cosas positivas de si choque frente al Getafe de Bordalás
El equipo de Javi Gracia salió con un carácter diferente al de otros encuentros. Véase el partido frente al Elche, en el que el Valencia encajó dos goles sin inquietar a los hombres de Jorge Almirón. Muy sólidos en defensa y dejando pocos espacios a los jugadores azulones. Además, se logró superar uno de los grandes problemas del equipo de Mestalla. Rebasar el minuto 20 de partido sin encajar gol. Pero aún más allá, toda la primera parte sin que Jaume tuviese que recoger el esférico de dentro de las redes.
Asimismo, se comienza a vislumbrar la mano de Javi Gracia y la forma de jugar que tantas alegrías ha dado al Valencia, sobre todo en los últimos años. Un equipo fuerte atrás y que sabe aprovechar sus oportunidades a la contra. La clara muestra de esto es el gol que anota Yunus Musah en el minuto 22 de partido. Tras un saque de esquina del Getafe, Gabriel Paulista despeja el balón para la carrera del joven estadounidense.
No obstante, el partido cambia radicalmente tras el descanso. Una acción infantil de Correia deja a su equipo en inferioridad numérica. A pesar de esto el Valencia consigue sobreponerse. Al menos durante unos minutos. Un asedio constante del club visitante. Pero la defensa del Valencia aguanta estoicamente.
Otro aspecto positivo es el carácter competitivo que se mostró sobre el césped. Bien es cierto que, quizás se mostró un exceso de dureza por parte de los pupilos de Javi Gracia. Sin embargo, el colegiado castigó, de forma desmedida a los jugadores del Valencia. El Getafe superó ampliamente al Valencia en faltas, incluso de una dureza superior, pero no se utilizó la misma vara de medir. No hay que achacar el empate a esto, pero si que es un factor importante, pues lo jugadores blanquinegros vieron un total de ocho tarjetas amarillas, todas justificadas, pero no acorde a lo realizado por el otro equipo. Pues, aunque sea por reiteración debería tener un mayor número de cartulinas.
Maxi Gómez es vital en este Valencia. Un jugador que lucha cada balón. Se enfrentó en innumerables ocasiones, a la defensa entera del Getafe y salió victorioso en muchas de ellas. Uno de los líderes emergentes del vestuario, que tanto necesita Javi Gracia y el club en general. Un jugador que, cuando no está, falta gen ganador. Falta ese carácter contagioso al resto de sus compañeros.
No obstante, sin duda alguna, lo más positivo de todo en este Valencia son los jugadores. Se pudo ver, durante el partido de ayer, la unión del vestuario y el hambre que van empezando a mostrar. La tensión y el sentimiento que se mostró sobre el verde. Las imágenes hablan por si solas. La pasión y sufrimiento de Gayà justo antes del lanzamiento desde los once metros de Carlos Soler. El valencianismo de Lato. Pero sobre todo, la garra que los valencianistas quieren ver en todos los partidos.