En esta ocasión, nos remontamos a finales del Siglo XIX y principios del Siglo XX para conocer la gestación de uno de los equipos con más historia de nuestro fútbol, el Athletic Club
Concluida la Segunda Guerra Carlista, la provincia vizcaína se convirtió en un importante foco de la explotación minera, luego de que las Juntas Generales reunidas en Gernika aprobaran en 1863 suprimir la ley por la cual se prohibía la exportación de hierro más allá de las fronteras provinciales. Nacía una oportunidad de oro para Vizcaya de aumentar su estatus económico. Se convertía así en una de las industrias más importantes del país. Esto causó en el reclamo de multitud de obreros procedentes desde varios lugares de España en busca de trabajo, aun en pésimas condiciones. Conjuntamente, los navíos procedentes de Gran Bretaña tampoco se hicieron esperar, siendo para ellos el mineral vasco objeto de deseo.
Llegada del fenómeno football
Entre las muchas expediciones que llegaron a finales del Siglo XIX, el rumor acerca del novedoso deporte que causaba sensación y furor a partes iguales comenzó a hacerse un hueco en la villa. Concretamente, cuentan las ya lejanas crónicas que fue en el año 1894 cuando la ciudadanía bilbaína vio por vez primera un balón de cuero en su localidad, con los correspondientes veintidós migrantes británicos en torno a él. La atención de los naturales sobre el foot-ball fue incrementando. Los ingleses que lo practicaban pasaron de jugar aisladamente junto a la Ría a convertirse en el rival a batir de algunos de los vecinos. Estos intrépidos bilbaínos, con pasado reciente en tierras británicas, donde eran enviados a familias nativas para perfeccionar la lengua inglesa y sus conocimientos comerciales, retaron a aquellos mineros a un desafío. Por supuesto, este acontecimiento no pasó desapercibido entre el pueblo bilbaíno.
Primer partido entre ingleses y vizcaínos
La cita se dio el 3 de mayo de 1894, con suerte final para los visitantes, que se impusieron holgadamente a su rival (0-5). Cuenta la leyenda que el descanso se demoró más de la cuenta. La razón se debió a que los ingleses, con ventaja momentánea de tres goles, obsequiaron a sus rivales con varias bandejas de pollo asado.
Aunque doloroso, el resultado fue lo de menos. La repercusión de aquel encuentro fue tal que incrementó considerablemente a la implementación de este deporte, denominado foot-ball. Por aquel entonces, la cultura deportiva vasca se fundamentaba en torno a la pelota vasca y el deporte rural. Uno de los lugares más importantes a los que llegó fue al gimnasio de Zamacois. Allí, un grupo de jóvenes bilbaínos encontraron en este nuevo juego todo un descubrimiento. Su amor por esta nueva práctica que tal que dejaron a un lado el Club Velocipedista de Bilbao. Sus nombres eran Enrique Goiri, Eduardo Montejo, los hermanos Iraolagoitia, Alejandro Acha, Luis Márquez y, por supuesto, «Juanito» Astorquia.
Juan Astorquia, la primera leyenda del Athletic Club
Conocedor del nuevo deporte debido a su pasado en Manchester, este último podría considerarse como una de las personas más importantes en la historia de este glorioso equipo. Su sabiduría y contribución fueron fundamentales para que en 1898 naciese el Athletic Club. Aunque aún no de manera oficial, bajo este nombre comenzaron a jugar sus primeros partidos, encontrando en el Bilbao Football Club, nacido dos años más tarde de la mano de Carlos Castellanos, el rival perfecto. Este primer colectivo, conformado casi en su totalidad por jóvenes vizcaínos, utilizó la Campa getxotarra de Santa Eugenia como sede de sus primeros entrenamientos, vistiendo como indumentaria una camisa mitad blanca y mitad azul.
Durante esos tres primeros años, tanto Athletic Club como Bilbao FC trataron de mantener sus respectivos juegos al margen de la atención mediática y periodística, debido a su no registro en el Gobierno Civil. A pesar de ello, primero en 1900 por parte del conservador Marcelo Azcárraga y después por parte del Gobierno de Sagasta, la situación de estos equipos fue vista cada vez con más recelo desde los altos cargos, que exigían la fiscalización de ambas entidades.
Juan Astorquia, la primera gran leyenda dle Athletic. Fuente: memoriasdelfutbolvasco.wordpress.com
El primero en regular su situación fue el Bilbao FC que, en verano de 1900, conformó su primera directiva, con Carlos Castellanos a la cabeza.
El Café García
Por otro lado, concretamente en el número 8 de la Gran Vía, el Athletic Club tomó su propio camino con el que oficializar su presente. Allí se hallaba el Café García, cuyo dueño era Enrique García Jaén, un pamplonés de 46 años, casado con una eibarresa de nombre Luisa Muñoz. Este comercial navarro llegó a la villa bilbaína en 1890. Seis años después, inauguró su servicio hostelero, famoso en los años por su cerveza de Múnich Lowenbrau, sus quesitos helados o su biscuit glacé a cincuenta céntimos.
Aquel establecimiento se convirtió pronto en el punto de reunión en el que charlar y debatir sobre el fenómeno fútbol que se expandía por el mundo a velocidad de vértigo. Entre estos clientes se encontraron los muchachos de Zamacois que, reunidos el 5 de febrero de 1901, aprobaron el reglamento con el que instaurar las bases del Athletic Club, dando validez legal a aquella gran idea surgida tres años atrás.
Meses más tarde, el 11 de julio, nuevamente en el Café García, los mismos protagonistas se reunieron con el fin de repartirse los cargos oficiales. En este caso, Amado Arana, Alejandro Acha, Fernando Iraolagoitia y Luis Silva fueron los vocales. Por otra parte, José María Barquín fue designado como el tesorero de la entidad, Enrique Goiri como el secretario, y Francisco Iñiguez como el vicepresidente. Al mando, el cargo de presidente de la Junta Directiva recayó sobre Luis Márquez. En lo que respecta a lo deportivo, Juanito Astorquia y Alfredo Mills fueron los primeros capitanes (este último el segundo).
Club Bizcaya y absorción del Bilbao FC
De este modo, antes de recibir los reales decretos y órdenes gubernamentales, el nuevo reglamento aprobado fue enviado a Madrid hasta que, el 5 de septiembre de 1905, con el mismo Café García como sede, se vivió el momento de la constitución oficial del club. Nacía, de manera oficial y a cualquier efecto legal, el Athletic Club.Este hecho certificó lo que ya se sospechaba en el bocho. Algo muy grande estaba por venir. Aún así, posiblemente ni siquiera los propios vecinos bilbaínos fueron conscientes de que estaban asistiendo al nacimiento de uno de los equipos más laureados de la historia.
Mientras tanto, durante los próximos años, las buenas relaciones mantenidas con el Bilbao FC les llevó a presentar una candidatura de manera conjunta para disputar la Copa del Rey (entonces denominada Copa de la coronación) que acabaría llevándose la selección formada por los dos equipos bilbaínos bajo el nombre de Club Bizcaya, tras imponerse en la final al FC Barcelona por 2-1 (Juan Astorquia y Cazeaux).
Después del éxito, el devenir de los dos equipos que formaban el Bizcaya fue totalmente opuesto. Mientras que la popularidad del Athletic se catapultó y atravesó fronteras, el equipo presidido por Luis Arana se vio enormemente deteriorado en el aspecto económico. Sumado a la repentina muerte de Carlos Castellanos, se vieron en la obligación de fusionarse con el Athletic Club. Todo su patrimonio quedaba en manos del club ahora presidido por Astorquia. Además, el Bilbao FC se disolvió como sociedad. De aquella operación, el Athletic salió mucho más fortalecido si cabe. A pesar de ello, en los siguientes años tuvo que vivir desde lo mejor hasta lo peor. El punto tal vez más negro fue la inesperada muerte en 1905 de Juan Astorquia, la persona más importante del equipo en sus inicios. No obstante, aquel equipo subsistió y supo hacer frente a los peores vendavales.
Athletic Club, éxito y dedicación
Gracias a ello, ha conseguido llegar a nuestros días como uno de los equipos más exitosos jamás vistos en este deporte, y cuya repercusión lo convirtió en una religión que traspasó las fronteras del botxo. Un fenómeno capaz de hacer parar Bilbao, y razón de unión para sus habitantes. Un club que vio desfilar sus colores a estrellas de la talla de Rafael Moreno Pichichi, Bata, Gorostiza, Gainza, Telmo Zarra, Iribar, Dani o Julen Guerrero, además de ocho Ligas, 24 Copas y dos Supercopas de España en sus vitrinas.
El Athletic, celebrando la Supercopa de 2015, su último título hasta ahora. Fuente: mundodeportivo.com
Evidentemente, todo tiene un inicio. El de este equipo fue en una campa colindante con el Nervión y un establecimiento hostelero de nombre “Café García”. Bonito comienzo para una historia tan hermosa.