Tras una descafeinada primera temporada, el delantero uruguayo se está erigiendo como uno de los pilares fundamentales
Maxi Gómez llegó la pasada campaña a Valencia después de dos grandes temporadas en Vigo. Se tenían muchas expectativas puestas en él, ya que venía para ser el delantero centro titular de un Valencia por aquel entonces en Champions League. La primera temporada no dejó el mejor sabor de boca, pese a que terminó la temporada con 11 goles y tres asistencias en 30 partidos jugados. El conjunto ché acabó en una pobre novena posición, y la mala campaña del equipo en su conjunto también perjudicó al delantero de Paysandú.
Después de la nefasta gestión por parte de Meriton, el equipo valencianista ha perdido muchos jugadores que fueron claves para el buen rendimiento del equipo las pasadas campañas. Pese a ello, Maxi se quedó en el conjunto de Mestalla, y está llamado a ser todo un líder en la parcela ofensiva la actual temporada.
Buen comienzo de temporada
El delantero uruguayo ha comenzado a un grandísimo nivel la temporada. Es un futbolista vital para Gracia y, por el momento, ha anotado tres goles y ha dado una asistencia en ocho partidos disputados. Pero no solo sus goles hacen que el uruguayo sea un jugador fundamental, su juego y posicionamiento abren un abanico de posibilidades a su equipo.
Muchos expertos en el fútbol afirman que Maxi es un “9” a la antigua usanza, reconocido por su brega, su garra y su lucha en todos los partidos, en los que siempre da lo máximo que está en sus manos. Es un jugador que va bien por alto y que aguanta muy bien la pelota oxigenando al equipo. Por otra parte, es un jugador muy efectivo, ya que convierte un gran porcentaje de sus tiros a puerta.
Por todo ello, los aficionados chés se encomiendan al uruguayo en una temporada que comenzaba como una de las peores campañas en los últimos años.
