Un sorprendente Aston Villa comienza a destacar en la Premier League, todo esto, de la mano de su capitán y estandarte, Jack Grealish, pues, ha llegado a la selección nacional
Hace tan solo 4 meses atrás, cuando el vídeo de Pepe Reina festejando que el Aston Villa se había salvado corría por nuestras pantallas, nadie hubiera imaginado que, a fecha de hoy, tendríamos que alzar nuestra vista hasta la sexta posición para encontrar al equipo ‘villano’ en la clasificación.
El barco villano empezó a zarpar con Jack Grealish entre sus tripulantes en 2014, en un debut que se produjo en mayo, fue el único partido que disputó esa temporada. Pocos meses después, un joven Grealish, con poca experiencia en el fútbol profesional, habiendo tenido un efímero paso por el conocido Notts County, cuando estaba en League One; se encontraba en Premier League, considerado como una de las promesas británicas.
La irrupción de Grealish en el Villa Park se quedó a medio camino. El inglés jugó poco más de 30 partidos entre las dos últimas temporadas antes de que The Villans, volvieran a caer en el pozo de la segunda división inglesa. Es de bien saber que la Championship es muy diferente al resto de las categorías de plata. Los equipos cuentan un poder de adquisición notoriamente superior a los clubes de otros países. Aunque tengas un excelente jugador en tu plantilla, si los demás marineros de tu navío no cooperan, este no logrará alcanzar su destino.
Esta metáfora, a priori sin ninguna relación con el fútbol, es justamente lo que sucedió en el Aston Villa durante sus dos primeras temporadas en Championship. El rendimiento de Jack Grealish en el campo evolucionó de tal manera que fue considerado como el mejor jugador de la competición. Llegó hasta tal punto, que varios pedían su convocatoria con los Three Lions.
Poco a poco empezó a destacar
Que Grealish ha sido un gran futbolista durante los pocos años que lo hemos podido disfrutar, no es ningún secreto. Sin embargo, nos encontramos en un deporte donde se valora más los números al rendimiento dentro del propio campo. El inglés siempre había demostrado su capacidad de desborde y la facilidad de deshacerse de los jugadores, pero tuvimos que esperar para que, por fin, se le diera el rol de un integrante clave en el once inicial.
En su tercer año en segunda, como capitán del Aston Villa y ya establecido como un jugador top inglés, incluso llegándose a plantear la idea de estar capacitado de jugar dentro del Big Six. Junto a otra perla inglesa, Tammy Abraham, consiguieron el ascenso a Premier League tras ganar los play-offs de ascenso. A mitad de temporada parecía imposible que pudieran lograr entrar a estas posiciones de la clasificación. No obstante, las diez victorias consecutivas, un record inédito en el club, hicieron que después de tres años ausentes, un club de la ciudad de Birminghan volviera a estar presente en Premier League.
No todo fue fácil
Parece que la carrera de Grealish sea un cuento infantil, el cual no ha tenido ninguna complicación a lo largo de los años y seguramente termine con un final feliz. Ojalá todas las historias fueran así, sin encontrar problemas. Sin embargo, el extremo zurdo también ha tenido episodios donde probablemente él mismo pensara “tierra trágame”. A parte de los resultados, manteniendo otro récord en su palmarés, pero esta vez siendo el jugador con más derrotas seguidas con el Aston Villa. Jack Grealish ha sido pillado dos veces en una situación extradeportiva que los desfavorece. La primera de ellas tuvo lugar en Gran Canaria, cuando un amigo suyo, lo fotografió tumbado en medio de la carretera con varias cajas de cigarrillos a su alrededor. La segunda, no fue más bien una pillada, ya que la policía tuvo que intervenir en una fiesta donde él se encontraba. A consecuencia de ello, el club le abrió un expediente.
El futbolista, ha declarado en varias ocasiones, que son acontecimientos que tiene que pasar al menos una vez a la vida siendo jóvenes, y que nada impedirá que siga jugando en el club de su vida el Aston Villa. Recordar, que parecía que se nos pasaba por alto, que Grealish, es fanático del equipo desde que nació. Lleva siendo canterano y socio de los villanos desde los seis años, pero este amor por el club aún se remonta mucho más en su línea cronológica. Su tatarabuelo, jugó también en la Claret & Blue army, durante una época donde consiguieron levantar dos ligas y una FA Cup.
Grealish consolidado como estrella
A día de hoy Jack puede presumir de ser el mejor jugador de la plantilla, además de capitán. Añadir que, tras muchos intentos fallidos, de una vez por todas, Southgate ha confiado en él para la selección absoluta. Llevaba años mereciéndoselo, aunque el miedo de traer a jugadores que no estén en las primeras divisiones de su país sigue existiendo, y debería aparecer, el claro ejemplo es Grealish, y a él se suma Phillips, quien destacó la temporada pasada con el Leeds.
Todo y ser extremo izquierdo, el papel que tiene Grealish en el Aston Villa, no es comparable con ningún otro futbolista de la competición. No es extraño ver a The Lions tan arriba en la tabla, teniendo en cuenta que tienen a disposición al que está siendo hasta ahora el mejor jugador de la competición.
Podemos encontrar extraño ver al Villa venciendo por 7-2 al Liverpool la misma semana que venían de perder ante el Stoke City en la Capital One. ¿La diferencia entre los dos encuentros? En uno se encontraba Grealish, mientras que en el otro no, es bastante fácil adivinar cuál es cuál.
El nuevo Villa
Entre Dean Smith y Johan Lange se ha confeccionado una gran plantilla. Algunos claros ejemplos son las incorporaciones de Emi Martínez o Ross Barkley, apostar de la manera como lo han hecho por Ollie Watkins. Además de la evolución de jugadores como Mings o Douglas Luiz. Pero sigue existiendo un problema y es la dependencia de un solo jugador. Un hecho que hasta la llegada de Koeman al banquillo del Barça, también ocurría, la tan conocida, “Messi dependencia”.
Hay talento y galones de sobra en Jack Grealish para que el Aston Villa se mantenga un año más en Premier League. Se ha rumoreado bastante en las últimas semanas un cambio de aires después de 25 años de relación entre club y jugador. Pero parece imposible que estos dos camines se separen algún día.